lunes, 12 de noviembre de 2012

Cuando llegue...


Cuando llegue
a tu desván ruinoso, el desamor,
humedécele los labios
como si fuera la primera vez,
es posible que,
                        reconfortado,
prosiga su camino en la escalera,
sin detenerse en ese descansillo
donde hace tiempo ya
bajaba a trompicones el deseo.


1 comentario:

  1. El deseo a trompicones, el desamor reconfortado...¿dónde la ternura, la pasión tal vez?... fruto de los años las escaleras se hacen más duras de ascender, más peligroso el descenso... Muy bueno amigo Amando, como siempre. Un abrazo.

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