lunes, 26 de noviembre de 2012

Ensayo (fallido) de felicidad


                Definitivamente, musitaste, ser feliz es tan inútil como un guante sin dedos. Acababas de perder, una vez más, el autobús de vuelta. Empezaba a lloviznar sobre los recuerdos, dejando esa pátina resbaladiza donde tanto temías romperte el frágil corazón.
           Fue la última vez que te vi, y recuerdo tu estrafalaria cazadora con  manchas de ilusión y la cremallera rota. Luego sólo supe de ti por los sueltos en prensa, y –no podía ser de otra forma- por el gesto condescendiente de aquellos felices estúpidos que se creían tus amigos.

2 comentarios:

  1. Desasosegante y rotundo, con gran fuerza y belleza. ¡Enhorabuena! Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. ¿Será así con todos? ¿Será verdad que, como el prota del relato, todos estemos solos y ser feliz sea inútil?

    ResponderEliminar