viernes, 28 de septiembre de 2012

Máquina del tiempo


                 Después de muchos años de investigación oculta, he conseguido al fin diseñar una máquina del tiempo. Aquí la tengo, lista para mi primer viaje. Es curioso, siempre pensé que, en una situación así, retornaría al pasado, sucumbiría al impostado dulzor de la nostalgia, habitaría de nuevo las conocidas vidas de los personajes conocidos, comprobaría por mí mismo la veracidad de las líneas escritas en esa milonga que hemos dado en llamar historia.
                Sin embargo, no lo haré. No viajaré hacia atrás, hacia esas letras prisioneras entre renglones paralelos. De nada serviría, además. En todo caso, a eso del mediodía, pasaré un rato a comer las patatas fritas que mi abuela freía en silencio sobre una trébede de hierro, en aquel lar con olor a leña y a chorizo ahumado. Luego, sin despedirme, pulsaré la tecla del futuro, el único libro donde todo está aún por escribir.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Premio en Reinosa

      El aprendiz de poeta acababa de cumplir tan sólo dos añitos cuando, en 1957, un tal Gerardo Diego abrió el acto de las primeras Justas Literarias del campurriano lugar de Reinosa. Ahora, con canas en la barba y en el recuerdo, ha recibido la XLVIII (48, para entendernos) Flor Natural correspondiente a este año, de mano de una casi adolescente reina de las fiestas.
      El aprendiz de poeta, cuando lo felicitan, suele repetir que el mérito es de ellos, organizadores, jurados, bibliotecarios, algunos ayuntamientos, asociaciones literarias, delegadas de Casas del Cultura (amiga Elena, tú sí que eres un premio)..., que intentan mantener el rescoldo de lo poético bajo la extinta hoguera de la desidia y el abandono.
      El aprendiz de poeta sigue creyendo que los muchos que escribimos apenas significamos nada, pero que la vida no sería igual sin esos pocos que leen, o que instan a otros a leer. Sobre todo, no sería igual para ellos, que descubren a veces el lado oculto de nuestras palabras, el auténtico, posiblemente. A ellos dedica, el aprendiz de poeta, esta Flor Natural que, dicho sea de paso, se le está quedando, ya, algo marchita.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Previsión doméstica


            La muerte ha venido a verme esta tarde. Parecía algo apresurada y, de forma educada pero terca, se ha empeñado en que saliéramos juntos. Al parecer, está muy interesada en enseñarme cierto lugar que ella suele frecuentar. Podría resultar interesante, según dice es un rincón muy tranquilo y acogedor. Veremos, en estos tiempos donde el telediario es dios, ya no se puede uno fiar de nadie.
          Hay canelones en la nevera. Lo dejo advertido, por si –entre unas cosas y otras- no regresase a tiempo para la cena.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Reflejo entre el azogue


            Hola, soy el reflejo de Amando en un cristal mellado. Usurpo su blog y su facebook porque él, segoviano de reconocida cobardía emocional, ha huído. Acojonado por las muestras de cariño escritas en eso que llaman su muro durante el día de ayer, ha decidido, por unos días, tirarse de la redes sin red.
         Aprovechando su ausencia, os doy yo las gracias. No sé aún si el Amando del otro lado estará de acuerdo. Yo sólo soy su imagen en el espejo roto de esta jodida vida, pero al menos sé distinguir donde están mis amigos. Os reconozco, igual que vosotros me sabéis descubrir entre el azogue de su mirada errante. Os reconozco, porque sois vosotros los que me ayudáis a continuar. Otro año. Gracias.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

No se podía...


           Cuando paseábamos de la mano, ¿recuerdas?, bajo aquel olmo frondoso, al dorso pétreo de la iglesia basílical, solíamos imaginar como sería nuestro futuro en común. Giraba, claro, alrededor de aquel árbol que simbolizaba como nada en el mundo nuestro amor adolescente. En nuestra predicción, casi meteorológica, nos tumbábamos a la sombra protectora de sus hojas en verano, veíamos filtrase un rayo helado de sol en los inviernos, acechábamos la tardía llegada de las primaveras. Siempre juntos, eso se daba por descontado.
           Ahora, en este atardecer solitario, de otoño por supuesto, mientras observo su tronco carcomido y sus desnudas ramas, recuerdo aquellos sueños de un amor incierto. Comprendo y acepto con resignación lo que pasó después. Cuando descubrimos que todo aquel tiempo de amores eternos, todo aquel período primaveral de amor bajo el olmo frondoso, imbéciles de nosotros, le habíamos estado pidiendo peras.  

martes, 11 de septiembre de 2012

Purcell, barroco y rockero


         Poco importa si la fecha de nacimiento de Henry Purcell, el mayor compositor inglés de todos los tiempos, fue, como ayer, un 10 de septiembre.
        Poco importa si la causa de su muerte, unos 35 o 36 añitos después, fue una pulmonía que lo asaltó tras cerrarle su esposa la puerta de casa, al retorno de una borrachera.
       Importa lo que fue capaz de crear entre ambas fechas. Por ejemplo, este Passacaglia del King Arthur, en la versión del English Concert and Choir, con Trevor Pinnock al frente:
http://www.youtube.com/watch?v=i0xFy-6prV0

       E importa, como ocurre con Bach y otros genios barrocos, su influencia notoria en buena parte de los grandes del rock. Algunos detalles:
http://www.jotdown.es/2011/05/henry-purcell-a-clockwork-baroque/

lunes, 10 de septiembre de 2012

Mujer tras la ventana


                     La mujer tiene los ojos cansados. La mujer que mira lleva toda la vida esperando. La mujer que mira por la ventana tiene la ciega esperanza de que un día aquella niña volverá. La mujer que mira por la ventana el parque vacío recuerda bien aquellos instantes condensados en infinitos. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia cree identificar sombras aventando coletas sobre la arena. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia a descubrir futuros intuye que ha llegado a la estación sin destino. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia a descubrir futuros en ojos ajenos lamenta el tiempo escurrido entre juegos estúpidos. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia a descubrir futuros en ojos ajenos asomados tras una ventana sabe que ya nadie, nadie, la busca desde allá abajo. Descorre los visillos polvorientos, sube definitivamente la persiana, y deja que la brisa oree de una vez por todas sus recuerdos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Justas o injustas?

                El pasado día de la Asunción, en la iglesia parroquial de la Asunción, de Dueñas, me asuncionaron el poemario Domingo de subir embozos hasta las alturas del Botijo de oro (uno pequeñito dorado, dentro de otro más grande de barro, típico de los botijeros, como llaman a las generosas gentes de Dueñas).
                Compartimos tarde y premios mis colegas, compañeros y ahora ya amigos, Yose Álvarez-Mesa, y Boris Rozas, que reuniendo tantos o más méritos que mis embozos, se llevaron los botijos de plata y bronce. Seguramente, dentro de esta ruleta de los premios, las justas, por muy poéticas que sean, siempre resultan en cierta medida injustas, pero creo que ellos me lo perdonarán.
http://www.diariopalentino.es/noticia/ZB80AA3BE-EA72-7520-C95482E45A22FCDE/20120816/amando/garcia/nu%C3%B1o/gana/xlvi/justas/poeticas/ciudad/due%C3%B1as
              

lunes, 3 de septiembre de 2012

Manual de obsequios amorosos


              Durante las interminables noches de amor convulso, ella había jurado que le entregaría su corazón para toda la vida. Tuyo siempre, recalcaba, rendida, mirándole con arrobada sinceridad. Tuyo, siempre.
          Siempre es un adverbio de finitud. Como resulta de mal gusto devolver un regalo de amor, cuando se separaron no tuvo más remedio que llevarse aquella glándula viscosa en su lote particional. Lo colocó en un estante de salón, un lugar privilegiado donde sus ojos se posaban, incluso sin pretenderlo, al mirar la tele.
          Incomprensiblemente, nadie lo entendió. Familiares y amigos dejaron de hablarle, horrorizados. Policía, abogados y jueces fueron severos hasta el límite extremo de la legalidad, y la opinión pública, ante el revuelo mediático, lo condenó sin paliativos por su crueldad coronaria. Al parecer, en materia de obsequios, lo correcto es saber distinguir entre un corazón y unos gemelos.