Me gustaría contarte
cómo se inició todo, la estival
ceremonia de un cruce de miradas
bajo el silente tilo,
quisiera revivirte en los dormidos
relojes acunados entre el tiempo,
las sugerentes rutas
que tus dedos trazaban en mi piel,
la mirada al futuro en paralelo,
de recordar tu nombre
ni siquiera la espuma de tus ojos
rompiendo en la escollera del recuerdo,
castaño, quizá fuera castaño
el ofrecido enigma de tu
pelo,
puede que hicieran aros tus pendientes
(del color de tus ojos no hay memoria),
y que lanzaras piedras
sobre el arroyo con tu mano izquierda,
puede que fuera así, o tal vez no,
puede que no llegara
siquiera a conocerte, que el amor
fuera una ensoñación
bajo el flequillo
de aquel adolescente
que aún creía en caricias y en regatos,
puede que solo fueras
la balada dulzona en los guateques
donde la soledad se disfrazaba,
el destilado cerco
que nos dejó la huella de los sueños,
podemos quedar luego, a media tarde,
para hablar por el facebook
y recrear la historia,
si prometes
teñirte de castaño entre las teclas
yo te hablaré sin prisa
de relojes tumbados, de veranos
donde se condensaban las miradas,
de discos y flequillos,
de un presente surcado en paralelo,
todo es posible aún si me prometes
que editarás un tilo en tu perfil de inicio
y colgarás de enlace
la espuma de tus ojos.
Primer premio, Tejina (Tenerife). Agosto 2014