lunes, 31 de diciembre de 2012

Si lo hacemos a través de diciembre


             Música para acabar 2012. Merle Haggard quedó huérfano de padre a los nueve años. Tuvo una infancia conflictiva, con amenas estancias gratuitas en diversos reformatorios. Trabajó en lo que pilló y estuvo en prisión por robo, aunque algunos opinan que su peor delito fue que Nixon lo nombrara como su cantante favorito. Pobre Merle, hay vidas en las que todo sale al revés.
 
        Uno de los top de la música country, a quien traigo aquí en estas emotivas fechas (si alguien todavía no se ha enterado de qué hablo, que mire los archivos y enlaces de su correo electrónico) no por su azarosa vida, sino por ser autor de la que pasa por ser quiza una de las mejores canciones de motivo navideño. Se trata de If we make it through december, de la que cuelgo una versión.

          Pues eso, a hacerlo, sea lo que sea, que ya queda poco diciembre.  Poco de este jodío 2012Me voy, aún tengo que comprar las uvas, quizá ya sean pasas. Gracias por estar ahí, os dejo con Haggard.
https://www.youtube.com/watch?v=Z-IJxTd8dCo

sábado, 29 de diciembre de 2012

Hombre en interior

Incluso en estas fechas, también algunos se van. O vuelven, según se mire.


                                                                                                             A Parrondo

 
Tendida, tu mirada en interior
fijaba un desconchón de soledades
por las sombras del techo suspendido,
estabas bien, no había ventanas
en la sala dieciséis del tanatorio
donde te despedi,
y habían prohibido entrar la luna llena,
 

tampoco hablamos mucho,
tu silencio de hombre en interior
reducía el valor de las palabras
a un recuerdo de polvo de carbones,
así que me marché,                         
                                 en la puerta
esquivé los jirones de esa luna
que aún se preguntaba
por qué no había ventanas en tus sueños
cegados al futuro,
                              sólo olvido
y el reflejo de cuatro cirios tristes
encuadrando a un hombre en interior.

 

viernes, 28 de diciembre de 2012

Otro cuento de navidad (diferente)

       También, por supuesto, se infiltra la navidad en el cine, ¿dónde no? Seguro que nos vienen a la memoria un montón de películas -de romanos, claro- con las que nos dormían en nuestra infancia. Luego vinieron Míster Capra y sus apóstoles, Chencho perdido en la Plaza Mayor, Santa Claus en su reno-taxi...  Afortunadamente, Berlanga sacó a Plácido de su sarcástica chistera.  Bueno, navidad de celuloide para dar y tomar.
 
        Para variar, escojo un cuento de navidad diferente. Un cuento de navidad (vale que el título no es para devanarse la sesera) del franchute Arnaud Desplechin (touché, parezco comisionista del cine francés). Fuera del título, y del planteamiento genérico (cena familiar con cuñados y primos) nada es convencional. Todo un menú de rencores, deudas impagadas y puñaladas on the rocks, salpicado por el villancico de la enfermedad, y la muerte.
 
        Y aún así, todo resulta posible, incluso una puerta abierta a los sentimientos que circulan bajo las cañerías de la indiferencia. Navidad, haz y envés, en un cuento peculiar. La mesa está puesta.

miércoles, 26 de diciembre de 2012

Impostora navideña


              Quisiste, ayer, sentarte a nuestra mesa. No te lo permitimos, por supuesto. Alguien tan imprudente como tú, que manifiesta ser la auténtica Navidad, desentonaría junta a nuestro cuidado árbol con espumillón y nuestros vales-regalo de felicidad. Además, arruinaría el amoroso espíritu de una celebración navideña, en eso coincidimos todos los comensales. Y encima, no maridaría bien con las cigalas, sentenció mi cuñado mientras reenviaba frenéticamente powerpoints plagados de imágenes idílicas y frases emotivas.
             No me arrepiento, creo que hicimos lo correcto. Aún así, reconozco que hubo un momento de la cena, quizá producto del exceso de brindis, donde me acordé de ti. Te imaginé tumbada en algún soportal, cubierta de cartones desechados por Papá Noel, ebria de vino de brik y abandonos. Pero convencida siempre de que eres quien dices ser. Extraviada pero terca, con esa tozudez que refuerza tu percepción de que los errados somos nosotros. Qué tontería, nosotros equivocados, nosotros impostores. Si nos hubieses visto, tan felices todos con nuestros deseos envueltos en primorosos lacitos rojos, y nuestra genuina alegría a plazo fijo.

lunes, 24 de diciembre de 2012

El Mesías de Mozart. ¿Quién soportará el día...?


     De este navidad no pasa, le pongo los cuernos a Haendel. Hoy voy a escuchar El Mesías de... Mozart. Va siendo hora de coquetear con este arreglo que, por encargo, compusiera el salzburgués en 1789, medio siglo después del estreno del oratorio por parte del angloalemán.
      Queden para eruditos y musicólogos las diferencias entre ambas versiones, aunque es de suponer que el mérito de la genialidad siempre corresponderá al creador inicial. Pero si yo hubiese sido Haendel, se me habría erizado la peluca de gusto al ser versionado por un treintañero del talento de Mozart. Y viceversa.
 
      
          Para el resto de los mortales, nos vale disfrutar ambos oratorios, y dejo como muestra el aria But who may abide the day of his coming (¿Quién soportará el día de su llegada?) que, en la versión de Wolfie, adaptó al bajo (enlace 2), en lugar de la mezzo haendeliana (enlace 1). Vamos a llevarnos bien, que es Navidad, y no polemizar entre lo bueno y lo mejor. Escuchemos ambas y, dentro de lo posible, que soportemos bien el día de su llegada. Feliz nochebuena. 
https://www.youtube.com/watch?v=AGPXqoLcsAE
https://www.youtube.com/watch?v=qAv22FThqGM

jueves, 20 de diciembre de 2012

Del libro inagotable


          Ya soy escritor. Me exhibo por infinidad de revistas literarias, cenáculos vanguardistas, asociaciones culturales, blogs a la vinagreta, poemarios autoeditados, talleres de escritura y casetas feriantes. Ya soy escritor, publico en el desbordante mercado editorial sin compradores, declamo textos en conmovedoras presentaciones ante asistentes a cuyas presentaciones asistí previamente.
            Ya soy escritor, mis blogs son saludados de forma entusiasta en las redes sociales. Mi madre presume de hijo en el aula de internet para tercera edad del ayuntamiento. Ya soy escritor, saludo, agradezco, firmo. Estrecho manos y redacto emotivas dedicatorias a desconocidos. Esto es mucho mejor que leer, dónde va a parar. De hecho, hace años que no leo una sola línea que no haya tecleado yo. Ya soy escritor, especialmente del inagotable libro de las vanidades.
            Podía seguir escribiendo aprovechando mi eufórico estado de escritor exitoso. Pero el gilipollas que me habita, hace rato que avisa  para que acabe ya. Dice que da igual, que no me esfuerce más. Total –señala, burlón-, nadie me va a leer. Así, amigos lectores inexistentes, es de ingrata la literatura.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

ELISEO PARRA, quitar pesares

                Tras cuarenta años de trabajar la música en diversos registros (rock, jazz, salsa, canción de autor...) me interesa su vertiente destinada a quitar pesares y contentar al que escucha.
          Son palabras de Eliseo Parra, folclorista vallisoletano trasplantado inicialmente a Cataluña y asentado después en Madrid. Transeúnte de casi todas las formas musicales, es quizá hoy el más genuino representante de la música de raíz, adobada, eso sí, con variadas dosis de mestizaje.
               Ejemplo de folk renovado y no por ellos menos auténtico, Eliseo considera la música como lo que se supone que es, una terapia. Una herramienta para averiguar de donde venimos (mejor no intentar averigüar donde vamos) para conocernos mejor. La música, especialmente la de Eliseo, una forma, la más alegre, la más digna, de quitar pesares. Os dejo una muestra.
http://www.youtube.com/watch?v=B4r2tassUVw

sábado, 15 de diciembre de 2012

2046, billete de ida, y acaso vuelta

              Todos cuantos subían al tren con destino 2046 lo hacían con el mismo objetivo, recuperar la memoria perdida. Se decía que allí nada cambiaba. Nadie sabía realmente si era cierto, ninguno de los que viajaron regresó jamás. Excepto él.  

            Así comienza ,y termina, 2046. Entre paréntesis dos horas de imágenes compuestas con un audaz ritmo poético, dos horas de luces y sombras, de colores como versos sueltos. Dos horas alrededor de esos seres que merodean por los arrabales del amor. Wong Kar-Wai, el mismo de In the mood for love, nos vuelve a sumergir en su experimental de-cadencia visual. La iluminación y la música son de por si un prodigio buscando su hueco en el descarnado marco donde sobreviven los personajes. 
             Personajes subidos a ese tren de ausencias que lleva a 2046, ese lugar donde nada cambia. Ese lugar donde todos -en algún momento de nuestras vidas- hemos deseado llegar, sin tener claro si queríamos billete de ida y vuelta. Imprescindible como poesía dentro del cine, o como cine, simplemente.
http://www.youtube.com/watch?v=oH-lJhchz7o

viernes, 14 de diciembre de 2012

Escalafón y reconocimientos


                  En el lugar de los hechos, el juez de guardia reconoce el cadáver. No sólo lo reconoce, sino que, por algún motivo, experimenta una inesperada sintonía, una irremediable (con)fusión con el fallecido. Al juez de guardia le asalta una tenebrosa sospecha, apenas el filamento de lo que podría ser ya certeza.
 
            Todo esto sucede justo un segundo antes de que llegue al recinto acordonado el juez de guardia sustituto. Y dos segundos antes de que éste, mientras reconoce -cómo no- el cadáver, empiece a disfrutar por anticipado su inminente ascenso.

martes, 11 de diciembre de 2012

Un guiño al as de oros


 
Y en el envés rasgado del espejo
donde al amanecer, fugaz, me miro,
hay un perfil de dicha verdecida
que remansa el frescor de los racimos,
hay un aria de alegres sonajeros
en busca caprichosa de un oído,
una mirada ingenua, un buenos días
crepuscular, un corazón, un guiño
al as de oros oculto en la baraja,
una mancha de amor en el vestido.
 
Fragmento de Manual para brindar a solas en domingo, Botijo de plata, Dueñas 2008 

 

sábado, 8 de diciembre de 2012

Documento inculpatorio


              El abajo firmante, de profesión viajero temporal, sin domicilio conocido, aprovechando una fugaz visita al presente,
DECLARA:
      -Que, harto de las patrañas recogidas en los libros de historia, decidió retornar al pasado con la presunción de modificar y alterar los hechos reconocidos como veraces, provocando –así lo creía, al menos- un vuelco en los consabidos hitos de la humanidad.
   -Que, ante el resultado infructuoso de su esfuerzo, dado que eruditos y estudiantes seguían repitiendo con desidia la impostada verdad de los textos al uso, forzó su viaje hasta alcanzar un límite generalmente reconocido, el llamado paraíso terrenal.
      -Que -lo admite con dudoso arrepentimiento- asesinó allí a la única pareja de fulanos que encontró, unos tales Adán y Eva (los cuales, dicho sea de paso, le parecieron bastante primitivos) con la loable intención de abortar de forma definitiva el devenir del género humano.
      -Que, a lo que se ve, tampoco funcionó esa táctica, o bien no eran áquellos los únicos moradores del planeta, por lo cual hoy se encuentra aquí, rodeado de inmigrantes sin papeles, en una comisaría cualquiera, confesando un crimen que nadie cree, ante un funcionario que, mientras teclea, cuadra cálculos sobre el sueldo que le van a rebajar a fin de mes. 
    -Que por tanto, a partir de ahora, viajará siempre hacia delante, con el vago temor de que las mentiras históricas viajen aún más deprisa que él mismo, y se encuentre otra vez el mismo guión impostado, la misma milonga vital.
           Lo que declara y firma en este tiempo presente, al que, lo jura, nunca volverá si no es por la fuerza de la autoridad. Como testigos de la declaración, añaden su infantil firma dos homínidos sin papeles, descendientes directos, indirectos o circunstanciales de aquellos primeros padres asesinados. Fecha y firma ut supra, que sale el AVE.

jueves, 6 de diciembre de 2012

Premio CATA DEL VINO NUEVO, EL TRASCACHO

                   El sábado 1 de diciembre, en el sobrio auditorio Francisco Nieva, de Valdepeñas, se celebró la XLIV Cata del Vino Nuevo y Anochecer Poético, que organizan esos buenos tipos de la Asociación Cultural El Trascacho.
                   Allí estuve, compartiendo -otra vez- poesía con mi ya amigo Juan Lorenzo Collado, y conociendo a Manuel Quiroga y Mariano Lizcano, dos poetas hondos y sugerentes. Allí acompañamos los versos con queso, magras, chorizo y unas sabrosísimas gachas manchegas, con su tradición del sopón.
                  Y, desde luego, vino de Valdepeñas. Nuevo y viejo. De esta cosecha y de anteriores. Pero siempre vino. El valdepeñero Francisco Nieva dice que por los senderos de sus venas corre vino de Valdepeñas. Desde el sábado, como segoviano con venas surcadas de Ribera, he incorporado a mi sistema viticirculatorio una transfusión de sangre manchega, el verso más profundo de esta tierra.
             Sé que volveré con mis amigos de Valdepeñas, María José y Juanito, con la lesionada Amparo, con el ilusionado e ilusionante Juanjo Guardia. Sé que volveré con vino y poesía. Incluso, no me obliguen a elegir, sin poesía.
              El texto que da título al pequeño poemario premiado, Mapa de lugares sin ti, en la sección de Tantocuantología.

martes, 4 de diciembre de 2012

Vosotros, tan capaces...

           

                                 A Jaime, y a todos mis amigos de la Fundación Betesda, que tanto me ayudan.

            
     Ahora que han callado las fanfarrias a fecha fija de la ayuda a la discapacidad, ahora que no compartís portada en los telediarios con políticos corruptos y ególatras deportistas, ahora que ya no es Día Internacional de nada, sino simplemente martes, y hace frío...


           Ahora somos nosotros quienes, desde nuestra presunta suficiencia, deberíamos pediros ayuda. Ayuda para compartir vuestros talleres donde se pespuntan risas y muñecos. Ayuda para escuchar conciertos de lunes con los ojos cerrados y la inocencia por butaca, ayuda para volver a colocar los bolos cántabros que derriba la cotidiana ruindad de estos seres inseguros que nos autoconsideramos "capacitados".
 
 
           Ayer, un día más al año, fuisteis estrellas mediáticas. Hoy volvereis a vuestra oculta realidad donde anida la esperanza y se come a las once una manzana. Vosotros, tan capaces de exprimir una ilusión en nuestras estúpidas almas oxidadas. Tan capaces.   

lunes, 3 de diciembre de 2012

Intruso


Me colé en tu recuerdo, otra vez
intruso por otoños desconchados,
allí estaban, algo amarillentas,
dos fotos mías, junto a un mechero viejo
con la publicidad de un desengaño. 

Palabras oreándose al futuro
por tendederos con presente al viento,
poca cosa, quizá, para aquel sueño
abocetado en besos. 

                                Así que me fugué,
te cruzaste conmigo en la escalera
sin reconocerme, me saludaste
                como a quien soy, apenas un intruso
de aquel tiempo entre fotos y mecheros.
 
Intruso, del poemario Mapa de lugares sin tí, Premio Jaraiz, de la Asociación El Trascacho, en Valdepeñas.

domingo, 2 de diciembre de 2012

Los Freud, del diván al caballete

   
       Lucien, nieto de Sigmund. La saga de los Freud sigue escarbando por los recovecos del género humano. Me gustaría que mis retratos fueran  de personas, y no como ellas, dijo el pintor aludiendo a su particular manera de entrar a saco en el alma de sus retratados. Me permito usurpar la frase para la poesía, que los versos sean, también, pinceladas de personas.
 
      Apenas un año después de su muerte, se puede ver una pequeña muestra de las creaciones de Lucien Freud en una exposición temporal, de entrada gratuita, en el Thyssen. Os dejo una muestra, su Reflejo con dos niños (autorretrato), con un espectacular contrapicado, así como una imagen del artista en su taller, y un enlace sobre vida y obra.

sábado, 1 de diciembre de 2012

Educación para el turismo


          Este viaje por Transilvania está resultando espectacular, me atrevería a aventurar que divino de la muerte. La amabilidad de los lugareños supera lo imaginable. Algunos te observan con mal disimulada emoción, casi con  deseo, supongo que les atraen los rostros desconocidos. Parecen, en resumen, unos tipos encantadores. Sangre de mi sangre, podría decirse sin exagerar.
          Como ejemplo, puedo presumir de que esta noche un noble local me ha invitado a cenar en su propio castillo. Me ha encarecido, además, que no lleve ningún tipo de vianda ni obsequio para el anfitrión. Dice que aquí no se estila ese tipo de detalles. A pesar de todo, y puesto que soy un tipo bien educado, he decidido que aportaré la bebida.

lunes, 26 de noviembre de 2012

Ensayo (fallido) de felicidad


                Definitivamente, musitaste, ser feliz es tan inútil como un guante sin dedos. Acababas de perder, una vez más, el autobús de vuelta. Empezaba a lloviznar sobre los recuerdos, dejando esa pátina resbaladiza donde tanto temías romperte el frágil corazón.
           Fue la última vez que te vi, y recuerdo tu estrafalaria cazadora con  manchas de ilusión y la cremallera rota. Luego sólo supe de ti por los sueltos en prensa, y –no podía ser de otra forma- por el gesto condescendiente de aquellos felices estúpidos que se creían tus amigos.

domingo, 25 de noviembre de 2012

Ya no hay que matar a B.

             Todavía vivía aquel general apellidado Franco cuando a algunos barbudos con pantalón de pana nos dió por acudir a ver una película de un director casi desconocido, un tal Jose Luis Borau. La peli en cuestión se llamaba Hay que matar a B., y suponía un cambio de tendencia en el cine español, en línea con el que ya presagiaba la trinidad cinéfila compuesta por Erice, Saura y Querejeta.
           Hay que matar a B. pasó (injustamente, habría que decir) con más pena que gloria, y aún hoy, en las necrológicas del director multifuncional (fallecido este mismo fin de semana, como Tony Leblanc) apenas se recuerda este ejercicio de extraordinaria expresión cinematográfica. No se la encuentra en las páginas de descargas al uso, y solo se puede visionar en una copia de Youtube.
          Un año después, Borau llegaría al gran público con Furtivos. Y vendrían más. Pero no dejó por eso de ser el tipo culto y entrañable que sucedió sin estrépito a Fernan Gómez en la RAE, que ocupó puestos de relevancia en el mundo artístico por votación de sus colegas, que supo escribir cuentos largos en la época de los microrrelatos.
           Hoy, aquel B. está ya muerto. Este otro B., también. De cáncer de garganta. Su obra, y su compromiso, permanecerán. Os cuelgo en enlace a la película.

jueves, 22 de noviembre de 2012

Browning en tres dimensiones

Base: Robert Browning, poeta inglés del XIX, pionero del monólogo dramático y todo un  hacha trabajando la prosa poética. Fue referente literario de Eliot y Pound. Curioso fue su matrimonio con la también poeta Elizabeth Barrett, tras un apasionante noviazgo epistolar sin conocerse en persona. El angelito fue capaz de hacer un poema (El anillo y el libro) en 12 tomos y más de veinte mil líneas que, al menos, le aseguró fama y fortuna. 

Altura: La que imprimió a su obra y a su vida la biografía que un imberbe Chesterton le dedicó, comentiendo la alevosía de mostrarle -en contra de su aura de audaz romanticismo- como un individuo normal y apacible. Con ello, el biógrafo pretendía avalar sus teorías sobre el binomio escritor-escritura, y por supuesto, crear polémica.
 
 

Profundidad: Toda la que alcanza La versión Browning, película de Anthony Asquith, donde una traducción del Agamenón efectuada por el poeta inglés, da pie a una impresionante muestra de cine británico. En el marco de un selecto colegio, relaciones humanas, educación, matrimonio, convenciones sociales y emociones (o su ausencia) combinan un cóctel cinematográfico de una enorme, aunque contenida, intensidad. Todo un clásico del cine, absolutamente recomendable.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sonidos del silencio


                                        He terminado preguntándome si el silencio existe (A. Pizarnik)

          Camino del inminente recital, una avería eléctrica arrumbó su coche justo en mitad de aquel páramo, donde no se divisaba pueblo alguno. Era una escena  de carretera secundaria, ocaso lento tras los oteros, y ningún vestigio humano donde aliviar tanto desamparo. Además, como las desventuras esteparias no se presentan solas, tampoco había cobertura para el móvil. Pronto comprendió que esta vez la orquesta tendría que prescindir de su virtuosismo.
          Al cabo de unos minutos, el silencio atronaba sus oídos. Poco a poco, empezó a descifrar sus notas agazapadas en el pentagrama de campos desolados. Le pareció que, después de tantos años de ensayos, había descubierto la sencilla inmensidad de la música. Salió del vehículo y se puso a andar, despacio, sin rumbo definido. Tenía todo el tiempo del mundo, y un palco preferente, para escuchar aquel concierto.

lunes, 19 de noviembre de 2012

El noviembre de Jose Manuel Vivas

Versos otoñales de este excelente poeta extremeño. Noviembre en las palabras, y en los paraguas del amor huido.

En esas ciudades la vi reír y mirarme
 
como si me amara

como si ya no existiera otro lugar a donde ir




Pero se fue un noviembre
en silencio
y llovía como hoy
que es sábado y abril
y el viento de primavera hace un ruido
como de tristeza
como de música
como de noviembre frío y desgastado

(Noviembre, del poemario Cuerpo en ruinas, de Jose Manuel Vivas, finalista del premio Ciudad de Badajoz) 

domingo, 18 de noviembre de 2012

Para los instantes solemnes


           Puede que también haya vida eterna para los destornilladores planos, pensé mientras estrechaba la mano del subdirector gerente, al que me estaban presentando con obligada ceremonia. Otra vez me pasa, comprobé con desagrado, otra vez.
             Es inevitable, me surgen frases incongruentes en los momentos que exigen comportamientos serios. Está comprobado que los aniones generan bilis en invierno, recuerdo que pensé mientras colocaban a mi hijo mayor la banda de graduado cum laude, la mermelada de arándanos se enrancia en las primaveras húmedas, discurrí mientras aquella danesa alcanzaba el orgasmo bajo mis labios…
            Y como éstas, toda una letanía de gilipolleces en los instantes más delicados. Por otra parte, me voy acostumbrando a ello. Sé que no tiene cura, no me voy a molestar en consultar al siquiatra. Además, ando algo justo de tiempo. Me está rondando por la cabeza un pensamiento rematadamente estúpido, el más delirante y absurdo que me haya asaltado jamás.
            Mi obra maestra. Ideal, ustedes se harán cargo, para la intachable solemnidad de ese ataúd que me aguarda.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Si piangete pupille dolente, proibito per Clemente

             Clemente XI, elegido Papa a los dos meses de ser ordenado sacerdote, podría pasar a la historia como azote de jansenistas, censor del acercamiento cristiano a los cultos orientales, o mosca cojonera para jesuitas y otras órdenes del catolicismo dieciochesco.
           Aquí le traigo por su divina ocurrencia de prohibir la ópera. Hay gente, incluso papas, para todo. Afortunadamente, algunos de sus cardenales burlaron la prohibición disfrazando las piezas operísticas de oratorios, camuflando bajo una presunta temática religiosa, joyas como las que recopiló en 2005 la mezzo Cecilia Bartoli en su selección titulada Opera proibita.
            Os dejo con los doloridos llantos de los discípulos en este aria del Oratorio de Santa Francesca Romana, del genial Caldara. Se recomienda volumen alto. Contraindicado para hipertensos emocionales. Administrar en tantas dosis como se sea capaz de gozar.
 

jueves, 15 de noviembre de 2012

Violación, a fin de cuentas


               Contemplaste en silencio como se consumaba la violación. El penetrante abrazo, la despiadada soltura de la costumbre al removerse en el cuerpo de ella. Todo fue rápido, como siempre. Luego, algo se desplazó y tú decidiste huir, aprovechando la confusión del momento.
               Ella, la cerradura, no interpuso denuncia alguna. El llavero, ignorante aún de su incierto futuro después de lo sucedido, se tumbó a descansar en  el bolsillo. Y tú, cómplice necesario del hecho, tras comprobar que la puerta estaba completamente cerrada, te alejaste para siempre.
               Los vecinos, que también callarían, te observaban desde las mirillas de sus pisos. Bajabas los escalones sin hacer ruido, como un furtivo. Parecías –tú también- un violador, y quizá lo eras. Del ayer. De tu ayer, abandonado ahora en el pasillo, al otro lado de aquella cerradura.

martes, 13 de noviembre de 2012

De casi todo han pasado veinte años...

          ...menos del nacimiento de Gil de Biedma, acaecido exactamente hace hoy 83. La frase que , coloquialmente, le atribuían sus últimos amigos al poeta,  deja al descubierto ese vaho nihilista que difuminó su última época. También de nosotros mismos han pasado veinte años.
           Viajero esquizoide a ambos lados del espejo, se dividió entre la Barcelona populosa y la rural Nava de la Asunción, entre el empresariado tabaquero (Aute suele contar que el padre del poeta despidió al del cantautor, asalariado en Tabacos de Filipinas) y la poesía social militante, entre los férreos moldes burgueses y el ansia de libertad sexual y vital. Un mínimo lapso temporal, el correspondiente a una ducha urgente, le transportaba en segundos de las madrugadas de Chinchón dulce al despacho y la corbata. Dos vidas, o más, en una, o menos. 
           Envejecer, morir, resultó ser el único argumento de la obra. También comenzar la semana, por ejemplo, un lunes, como el de este poema, tan evocador de esa dualidad laboral y existencial.
 
                      Pero después de todo, no sabemos
                      si las cosas no son mejor así,
                      escasas a propósito... Quizá,
                      quizá tienen razón los días laborables.

                     Tú y yo en este lugar , en esta zona
                     de luz apenas, entre la oficina
                      y la noche que viene, no sabemos.
                     O quizá, simplemente, estamos fatigados.


         Os dejo, por si acaso, un documental de la serie Imprescindibles, de la 2, que nos acerca a los testimonios e imágenes que merodearon a su alrededor. Da igual que ya hayan pasado veinte años.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Cuando llegue...


Cuando llegue
a tu desván ruinoso, el desamor,
humedécele los labios
como si fuera la primera vez,
es posible que,
                        reconfortado,
prosiga su camino en la escalera,
sin detenerse en ese descansillo
donde hace tiempo ya
bajaba a trompicones el deseo.


viernes, 9 de noviembre de 2012

Día después del sábado

                                                                               Para, por, con  A.
            Aquel sábado, el mundo se derrumbó sobre sus huesos, aún tallos verdes. Quebrado y dolorido, pasó un tiempo lamiéndose las heridas, bajo la lluvia esquinada. Los equipos de rescate, vagamente familiares, lo sacaron de entre el escombro poco después. Fuera hacía sol, y el bus 9 circulaba hacia la esperanza. También olía a guisote materno y a humo de colegas. Y en la pantalla interactiva de la vida, por supuesto, Felipón seguía ganando rebotes a la soledad.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Navegador para orientarse en la rutina


             Atrévete un día a sazonar la ensalada con colacao. Prueba a bajar del autobús en cualquier parada diferente. Siéntate en los bordillos a ver las bragas de la vida cuando pasa. Lee el libro y sueña que el autor, escondido en la página trece, te está hablando únicamente a ti. Come sopa con los dedos y límpialos después en la chaqueta del uniforme de brigadier apolillado en tu memoria.
              Atrévete a imaginar que nada importa nada. O todo, todo. Observa el giro del sol hacia el sur de las conciencias oxidadas. Bebe los restos de vasos ajenos sobre el mostrador chorreante de dicha. Quema el poema que no te arañe el hígado. Empieza a intuir que sólo hay una mentira, tan inmensa que no la llegas a ver, que vives dentro de ella. Atrévete a romper. Atrévete.
              Has llegado a destino. Ahora, mientras saludas y fichas tu entrada en la oficina, recuerda que por un momento te atreviste… Por algo se empieza.

jueves, 1 de noviembre de 2012

Deudas


Llamaron a tu puerta y, advertido,
no quisiste abrir,
golpearon de nuevo con urgencia
la aldaba carcomida
del óxido silente de los años,
 

inmóvil, te ocultaste
bajo el embozo, algo después
partió tu ayer de nuevo
con una pizca de resentimiento,
 

aliviado al fin, pulsaste el play
del mando a distancia, sólo faltaba
que a estas alturas de la madrugada
vinieran a cobrarte
antiguas deudas que aventaba el tiempo.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Kaspar Hauser, el enigma de todos nosotros

          Werner Herzog vio por primera vez un coche a los once años, y su primera conversación telefónica se retrasó hasta los diecisiete. Casi al tiempo, se le inoculó el virus del cine, quizá movido por su amistad temprana con el también peculiar Klaus Kinski.
          Los no menos peculiares progres de los 70, tras empacharnos de nouvelle vague y de esteticismo italiano, aterrizamos en el nuevo cine alemán, con el Fassbinder y el Wenders a la cabeza. Y allí nos encontramos con este extraño bávaro y su demencial (o no) Aguirre. Con su autista (o no) Kaspar Hauser.
 
           Aparto la cólera de Dios, y me recreo en el enigma del niño encerrado en un sótano hasta su juventud. Bajo el expresionismo formal, se azota todo el comportamiento de la sociedad burguesa, racional y cuerda,  desmoronada ante la grandiosa simplicidad del insociable muchacho. Al final, el enigma de Kaspar Hauser es el enigma de los demás, de nosotros los "normales" espectadores del circo, el perfecto acta notarial de nuestras miserias.
¿No oís esos espantosos gritos a vuestro alrededor, que comúnmente llaman silencio?...
        Luego, iluminados, los progres de los 70  debatíamos en tortuosos cinefórum. Y decíamos que el raro era Kaspar. 
https://www.youtube.com/watch?v=KO7NuRVGwUI
http://www.biosstars-mx.com/w/werner-herzog/biografia.html

lunes, 29 de octubre de 2012

Profesor de lengua


          Dictaba a sus alumnos de primaria escenas de su propia vida. Los niños copiaban aquellas experiencias del maestro con la dificultad de sus bolígrafos mordidos, y las teñían de faltas de ortografía. Con descaro infantil vestían de hache el amor y restaban el acento a la ilusión. Luego, para corregir el dictado, el maestro escribía las frases correctas sobre el encerado.
            Cuando la clase terminaba, entre un fragor de mochilas y libros rotulados, quedaba –sobre la negra soledad de la pizarra- la huella de una vida perfilada en frases cortas. Apenas, pensaba para sí al abandonar el aula, unas oraciones gramaticales cargadas de recuerdos que ya nada significaban.
           Poco importaba. En la hora siguiente, la joven licenciada en matemáticas, sin leerlas siquiera, borraría con vigor todas aquellas vivencias nebulosas. Con cada brochazo de la bayeta sobre la oscura superficie, la memoria de aquel caduco profesor de lengua iba quedando, y así debía ser, un poco más vacía. 

sábado, 27 de octubre de 2012

ALISON KRAUSS, sobre la hierba azul

                Esta ilinoisiana, virtuosa violinista a los cinco años y poseedora de una timbrada voz de soprano, es el exponente visible del bluegrass, una peculiar variante del country adobada en pizcas de blues y jazz, pero con ese indefinible aroma a humo de hoguera y a primer amor patinando por todas sus músicas y letras.
            Exportadora al mundo de esa hierba azul, que se escarcha en las praderas del Medio Oeste americano, Alison Krauss se apoya desde hace más de veinte años en la banda Union Station, coleccionando Grammys (cerca de 30) y seguidores por todo el planeta.
               Lo dices mejor cuando no dices nada en absoluto, estribillo de su más popular tema, When you say nothing at all, que os cuelgo a continuación. Versión bluegrass, acaso, del famoso Poema 15 de Neruda. Y la voz de Alison, sobre la hierba azul.
https://www.youtube.com/watch?v=_bNfay6HiUo
http://alisonkrauss.com/

miércoles, 24 de octubre de 2012

CASILLAS INVADIDAS


                      Peón tres caballo rey, ocupado por la Organización de Naciones Unidas. Alfil seis torre dama, el Banco Mundial llegó primero. Caballo cuatro alfil rey, terreno copado por la Organización Mundial de la Salud. A la desesperada, dama cinco dama jaque, justo en el ultimátum del Fondo Monetario Internacional. Todas las casillas ocupadas por el enemigo.
                    Mala suerte, me temo que somos mate en tres jugadas. Mejor dejar estas vainas (al fin y al cabo, juegos de guerra donde van cayendo las piezas manejadas por los dedos del poder) y salir a la calle, al bar de los desharrapados. Con suerte, el taburete para acodarse en la barra no estará ocupado por la Unesco.

viernes, 19 de octubre de 2012

Viaje de vuelta

                                                                             A Juan Miguel Arenal, que retornó ayer. 

         
        Había viajado demasiado y, de algún modo, aquella mañana intuyó que era momento de volver. Se dirigió a la puerta de embarque, donde una larga fila de individuos de aspecto cansado se despedían de sus desolados familiares. Cuando llegó su turno en el control de equipajes, al contrario que tantas veces, sintió alivio.
        Con afectada educación, el agente de seguridad le pidió que fuera dejando todos los objetos en la bandeja contigua al arco detector. Poco a poco, empezó a extraer el contenido de bolsos, riñoneras, neceseres. Amontonó también cartas, juguetes, fotografías rancias. Finalmente, vació también los bolsillos. A medida que depositaba aquellos restos inútiles del pasado, se sentía más liviano. Comenzó a desatarse las botas, se quitó la cazadora, anillos y reloj grabado también…
             Siguió así durante un confuso período que le pareció liberador. Varios jirones de un alma en desbandada fueron lo último que depositó ante el escáner. Sonrió hacia dentro. Ahora sí, estaba preparado para volver a casa. Desnudo, como cuando partió.

jueves, 18 de octubre de 2012

Voces distantes, no distintas

                En esta casi primeriza peli de Terence Davies, todo son voces. Las de los protagonistas, en un mosaico de gestos desnudando su miseria, las de la propia cámara, ahondando en los sentimientos sin un orden lineal, la del relato de una época con palabras impostadas... Voces acaso distantes en una propuesta estética arriesgada y emotiva.
           Voces, las que salpican todo el filme, en una grandiosa banda sonora que recorre todos los caminos de la música tradicional, contemporánea o medieval. Voces y ritmos para una época de silencios. Voces que pueden significarse distantes, pero que no resultan distintas a las de cualquiera de nosotros. A nuestras voces, a veces cantarinas y a veces quebradas. Voces distantes, hay que verla. Y por supuesto, oírla.
http://elgabinetedeldoctormabuse.wordpress.com/2012/02/27/voces-distantes-distant-voices-still-lives-1988-de-terence-davies/

martes, 16 de octubre de 2012

De nombres, barajas, y sensuales compañeros de juego


                Hola, me llamo Andrea Smith Abadía, tengo treinta y siete años, y sospecho que mi exprimidor hace solitarios cuando estoy fuera de casa. No me pregunten por qué, pero tengo indicios que lo corroboran, pequeñas briznas de naranja en el siete de bastos, por ejemplo. Me llamo Andrea, ya lo he comentado y, ahora que reparo en ello, eso –al menos- me diferencia de mi exprimidor, que no tiene nombre. Quizá deba ser así, no vamos a tomarnos el trabajo de filiar a todos los electrodomésticos ludópatas. Además, entre jugadores de cartas, nadie hace preguntas de tipo personal. 
                  A lo que iba, me llamo Andrea Smith Abadía, y hoy atraparé al innombrable. Fingiré que salgo a la oficina, como todos los días, pero me quedaré al extremo del  pasillo, esperando que actúe. Vigilaré sin prisa, tengo el día libre, he pretextado una consulta médica en el curro. Escondida junto a la puerta de la cocina, espiaré pacientemente hasta ver como mi exprimidor se dirige a la baraja, sigiloso…
                Entonces, con un movimiento súbito, me haré visible ante su mellada dentadura de plástico. Hola, diré, me llamo Andrea Smith Abadía, tengo treinta y siete años y sé jugar muy bien al black-jack. Me mirará, inseguro, como cualquier delincuente sorprendido en pleno delito. Si quieres, te enseño, insistiré mientras me acerco hasta rozar voluptuosamente su asa blanquecina, hacía tiempo que no tenía nadie con quien jugar. Por cierto, preguntaré con la más seductora de mis sonrisas, ¿tú, cómo te llamas?