Primer problema, si un tren parte
desde tu corazón en descampado
a la estación festiva
donde nadie lo espera,
por los raíles de la desesperanza,
y, en sentido contrario,
amanece sobre los prados yertos
donde abreva el futuro,
¿cuándo,
dónde,
para qué
se cruzará el temblor de lo imposible
con la invasora soledad sin frenos?
¿Cuál es el resultado de la nada
lanzada entre quimeras
a doscientos kilómetros por sueño?
Por cierto, está prohibido
copiar respuestas de la vida misma
Texto incluido en el poemario El sueño esquivo de las isobaras, Ediciones Cardeñoso, Vigo. Septiembre 2015