Concluido aquel verano
adolescente, no la volvió a ver. Treinta y dos años después, la encontró en un
azar de encrucijadas. No era la misma, por supuesto, pero también le sedujo. Dudó,
apenas un instante, cuál de las dos le gustaba más.
Se impuso la fidelidad. Ningún presente supera un amor destilado en la memoria.
Micro finalista del certamen Diversidad Literaria. Julio 2013
Micro finalista del certamen Diversidad Literaria. Julio 2013
Porque la memoria, sabia, nos va dando y transformando, según nuestra necesidad.
ResponderEliminarEs un micro precioso, Amando, lleno de dulzura y nostalgia al tiempo. El final es rotundo y reconoce una gran verdad: la belleza luminosa que adquieren nuestros buenos recuerdos, en nada comparables a lo que se vive en un momento dado. La memoria es así, quizá engañosa, pero nos ayuda a lo largo de la existencia con su arsenal de trofeos.
ResponderEliminarUn abrazo y muchísimas gracias por haber decidido leer mi "Linaje oscuro" (ya me comentarás qué te parece).
es cierto... quizás sea más cómodo y sencillo vivir
ResponderEliminarlos recuerdos (aunque destilados...) que vivir la presencia concreta de un otro a nuestro lado...
besitos!
¿ Cómo es posible hablar de recuerdos cuando a ojos vista era como una imagen reflejada en el espejo de su alma...? ¿ Por qué todo tiene un sabor de final ? ¿ Por qué prolongamos las batallas importantes en que consisten nuestra vida, que acabaron hace muchos años, o nosotros decidimos que habían terminado, que no tenía ya sentido prolongarlas ?
ResponderEliminarUn abrazo.
Es que lo que pasó siempre lo adaptamos y manipulamos para hacer de él algo casi perfecto. Aún así me gustaría vivir esta experiencia.
ResponderEliminarBicos.
Me gusta ese juego de la confusión en tus palabras. Queda la duda en un momento de a que dos te refieres.
ResponderEliminarFinalmente fiel a la nostalgia.
Besos
¿Cualquier tiempo pasado fue mejor...?. Yo no lo tengo muy claro. Precioso micro, me encantó, como siempre. Un abrazo.
ResponderEliminarEs hermoso y sentido como una película que vi (cuando niña) que se llamaba "Del Rosa al Amarillo"
ResponderEliminarSaludos y buen verano, Anna
Los rencuentros solo nos hacen sentir que aquella persona ya no existe y amamos solo el recuerdo.
ResponderEliminarMuy bueno!!!!
Cariños….
Muy merecido el puesto de finalista del certamen. En un tris contaste una historia que cierra con moño incluído. Ahhh, la memoria! Tremenda traidora. A veces dulcifica y otras...
ResponderEliminarFelicitaciones y saludos!
En primer lugar, mi más sincera enhorabuena por el premio. Y, en segundo lugar, creo que ningún amor puede superar un amor de niñez o adolescencia, porque él que mira ahora es un adulto. Si se recupera la mirada de entonces, igual si. Como siempre, brillante.
ResponderEliminarUn abrazo, Anne
Muy bien descrito, cualquiera podríamos ser los protagonistas de tu micro. Quizás, y sólo quizás, hayas removido alguna conciencia.
ResponderEliminarMe encanta este Micro.
Abracitos
Nos enamoramos de un recuerdo, de un verano, de los momentos, de un pasado... y cuando vemos la realidad, nos preguntamos qué pasó y qué está pasando, entonces elegimos lo que nos enamoró la primera vez porque en el fondo somos unos románticos.
ResponderEliminarTierno y muy bonito, Amando.
Abrazos.
Me gusta lo que has escrito, más que mucho, muchísimo! Creo, además, que es totalmente cierto el último verso.
ResponderEliminarBesos, Amando.
La realidad es traidora, no te dejes convencer, quédate con lo que recuerdes.
ResponderEliminarSalud-ando.
Siempre se es fiel al primer amor. La idealización lo mantiene inalterable, lo que viene después son borradores.
ResponderEliminarMuy bueno, Amando y felicitaciones por el concurso.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos, pero probar o no tiene su encanto. Felicidades, Amando.
ResponderEliminarJuan M
En el recuerdo anda la magia que corre peligro de desvanecerse con el presente a veces inoportuno ¿Verdad?
ResponderEliminarSalud.
Precioso relato Armando; no sólo por lo bien trenzadas de las palabras, sino por la reflexión final que se queda en el pensamiento del que lee.
ResponderEliminarUn placer leerte, como siempre.
Recuerdo de un amor (posiblemente, el primero)que se revive de casualidad. A pesar del paso del tiempo, se siente una atracción en ese reencuentro y hace que los sentimientos del ayer despierten. Pero de vuelta a la realidad, preferimos la imagen sentimental del pasado, el amor de juventud siempre nos parecerá inalterable, más puro, más idealizado. No se desea nublar esa experiencia. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminar
ResponderEliminarSin duda: el amor soñado siempre supera al amor vivido. Inconfundiblemente tuyo.
Me gusta, la reflexión final es interesante. Quizás sea mejor vivir con esa memoria que encontrar otra realidad. Felicidades por el reconocimiento.
ResponderEliminarEs más fácil ser fiel a un recuerdo y son los recuerdos los que nos engañan.
ResponderEliminarFelicidades, Amando.
Guauuuuuuuuuuuuuu ,esta "chica de ayer" me ha seducido ,Amando. Todo lo que encierras en tan pocas palabras es tu genialidad. Abrazos ,ya de vacaciones hasta septiembre. Si puedo me pasaré con las ganas de siempre
ResponderEliminarTe daría un premio al mejor corto literario.
ResponderEliminarRealmente cierto y hermoso.
Besos.
Seguro que uno y otro se sienten como extraños seres que intentan reconocerse.
ResponderEliminarEnhorabuena.
Estoy de acuerdo en tu texto, porque el amor pasado ya no existe aunque después la casualidad vuelva a cruzarlos no puede ser lo mismo, cada uno cambia como también cambió el amor.
ResponderEliminarMe ha encantado este micro y la imagen.
Un beso.
Maravilloso.
ResponderEliminarTu genialidad en mi opinión estriba en tan pocas palabras cuanto dices y cuantas imagenes se han creado en mi mente, enhorabuena y con tu permiso me quedo en tu hogar,
Besos fuertes ♥♥♥
EliminarLos amores destilados, a todos nos dejan huellas.
Gran relato.
Saludos.
Amando (que es la mejor forma de darse al mundo, eso sí, sin repartirse los amores con cualquiera), la duda y la elección final (fuese la que fuese) es como una duda hecha certeza al estilo de Cortázar. No por recordármelo te aplaudo, ni por espantar las moscas. Lo hago por haber disfrutado tu relato.
ResponderEliminarNo somos los mismos con el pasar del tiempo. Somos amagos. Lo dicho, un placer pensar después de haberte leído lentamente.