En la nevera, junto a
los langostinos,
he encontrado un
paquete con tu risa,
está allí desde
otoño, más o menos,
cuando aún aliviabas
el relente precoz de
soledades
en el consuelo de las
chimeneas.
Lo he contemplado,
está envuelto
en plástico de ese
transparente
que deja al
descubierto los recuerdos,
aquel dulzor azul del
abandono
antes de los otoños
congelados.
Te quise en fresco,
cuando aún podía
saborear tus sueños a
la plancha,
eso recuerdo ahora,
mientras
devuelvo otra vez tu
risa al frío,
para hoy irán mejor los langostinos.
Del poemario Stabat Mater mientras duermes, premio Hilario Ángel Calero, Pozoblanco, Septiembre 2013
Vaya lujazo de nevera, con langostinos para salir del paso. Me ha encantado el poema, unas imágenes geniales.
ResponderEliminarUn abrazo
Quedó congelada en tu recuerdo? ¿Te hace feliz o infeliz cada vez que abres el congelador? Me encanta como expresas emociones, sentimientos, de forma clara y contundente, usando lo cotidiano para hablar de lo más profundo e insondable, a veces comprensible y otras lleno de misterio.
ResponderEliminarDesde luego, se merece ese premio. Felicidades.
Esas sonrisas que traen tantos instantes hoy ya fríos, casi mejor dejarlas guardadas. Congeladas, para que no nos produzcan una indigestión de recuerdos y tristeza renaciendo.
ResponderEliminarSerán mejor los langostinso, sin duda alguna.
Me encantó la originalidad del poema. Fabuloso.
Besos mediterráneos.
Mejor los langostinos. Pero esa risa tiene que permanecer siempre ahí, esperando otra vez ese otoño especial.
ResponderEliminarUn abrazo amigo!
y yo que pensaba que la risa era capaz de descongelarlo todo...!
ResponderEliminarbesos,
Qué bueno!!! Te quise en fresco, un paquete con tu sonrisa…
ResponderEliminarGran poema casero, me sorprendió para bien.
Besos
Sí, Amando, la distancia y el tiempo son capaces de congelar sentimientos, pero.., sólo congelar, que se aleja mucho de "olvidar" , porque siempre puede llegar el deshielo y... entonces...
ResponderEliminarHermoso poema, para mí de una gran calidad literaria.
Un abrazo
Fina
Desde la hielera de los recuerdos al fresco. Donde se ajustan los envases de film transparente, en un intento de congelar aquella risa que derretía el hielo de las copas de los mejores tragos compartidos.
ResponderEliminarFoto de nevera, armazón y contenido...fresco, limpio...por premiar. Un abrazo.
Me llama la atención la disonancia aparente del langostino en medio de tanta lírica. Por cierto, no sé si esa nevera que ilustra el poema es la de Antonio López, pero me encanta.
ResponderEliminarUn saludo, Amando.
Juan M
juanmanuelsanchezmoreno.blogspot.com
La nevera de Antonio Lopez y una letras entretenidas hacen una entrada genial.
ResponderEliminarabrazos
Me han encantado tus langostinos . . . digo tu amor congelado, que no, que ha sido tu poema; es fresco como el aroma congelado de la escarcha que queda en el frigorífico.
ResponderEliminarBromas aparte, me ha encantado. Un fuerte abrazo.
Hermoso
ResponderEliminarMi enhorabuena!!!
ResponderEliminarTus langostinos empaquetando la sonrisa han llegado a la conciencia. No era para menos.
Abrazos, Anna
Paso a dejar un afectuoso saludo junto a una disculpa por la larga ausencia, debida a circunstancias inevitables. Estoy bien, y espero que también tu te encuentres maravillosamente... abrazos.
ResponderEliminarMe has hecho sonreir con ternura... Porque vaya texto has bordado. Risas congeladas que alguna vez provocaron calidez y hoy sobreviven en el frío del recuerdo. Muy bueno! Abrazo, amigo!
ResponderEliminarYo preferría descongelar la risa, para alivianar el alma a la que, de tanto en tanto, también hay que alimentar.
ResponderEliminarMe gusta tu tono agridulce para describir sentimentos.
Un abrazo.
Final práctico. Mejor los langostinos cuando todo se acaba.
ResponderEliminarAbrazos fresquitos.
Sin duda lo fresco siempre lo mejor. Bonita manera de entrelazar dos grandes y primitivas pasiones humanas: el amor eros y la comida. Un abrazo.
ResponderEliminarCerteras metáforas.
ResponderEliminarSaludos.
Algunas cosas nunca pueden ser descongeladas, otras por medio del microondas se pueden rescatar; pero me temo que su sabor ya nunca será el mismo...Tienes razón, en casos así, comamos los langostinos. Yo aporto el vino blanco. Un abrazo Amando.
ResponderEliminarAmando, que ingenioso medio de hablar de los recuerdos, de como no querer perdelos...
ResponderEliminarel que los devuelvas a la nevera, me produce tristeza,
Besos muchos ♥♥♥
Enhorabuena por el premio... a este paso no te va a quedar sitio en la estantería y quizá los tengas que guardar en la nevera en vez de los recuerdos. Mejor, la escritura no caduca y los recuerdos malos pudren.
ResponderEliminarAbrazos, siempre. Maestro.
Magnífico, fresco, delicioso, notable poema.
ResponderEliminarAbrazo especial y brindis: ¡a tus letras!
Hacer poesía con langostinos............GENIAL.
ResponderEliminarDuro y con un toque de cinismo que le sienta de maravilla, pese a no ocultas la ausencia que probablemente duele un poco, no demasiado, pero sí lo justo que exige levantar acta.
ResponderEliminarAbrazos y enhorabuena, coleccionista de premios.
MUY IRÓNICO NO!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
Genial Amando. Hay que echar al frío todo aquello que es agua pasada. Y aunque de vez en cuando aparezca en forma de recuerdos congelados, se les vuelve a meter en la nevera y a otra cosa...
ResponderEliminarTienes razón, los langostinos de ahora irán siempre mejor que las risas de ayer...
Me gusta la ironía.
Abrazos.
Mejor encontrar langostinos risueños que yogures caducados.
ResponderEliminarBuen poema, Amandísimo, por ternura no será.
Namasté.
Ay Amando. Aunque ya no tengan la frescura de recién cogida, piénsalo un momento antes de desterrarla definitivamente al cajón de los congelados.
ResponderEliminarAbrazos, claro.
Felicidades por el premio!!
ResponderEliminarEl poema me encanta porque juega con la lírica y la realidad cotidiana.
Bicos.
Me gusta mucho ese tono que sueles dar a tus poemas, tan sutil, tanfino, tan que parece irónico...o...
ResponderEliminarMe gusta mucho.
Otro abrazo para tu colección.
En el registro culinario me gusta la fruta de la temporada, los langostinos cerca del mar, poco de congelado. Y las risas, o las lágrimas cuando es preciso. Pues, se acerca la temporada de la chimenea y de las sopas que te calientan dentro y fuera.
ResponderEliminarMe acuerdo de una entrada "Stabat mater mientras duermes" , me voy a buscarla y ver que tontería había
escrito.
Pues, enhorabuena, Amando, porque a este poema le daría un premio a pesar de lo que acabo de escribir.
Entre la ironía y los sentimientos se cuece el poema. Nos sumerge en el mundo de la elecciones tan cotidianas como ¿De qué me alimento hoy? Con vestigios de amor que colmaron un día mis sentimientos o escojo algo más al alcance para salir del paso, que cuesta menos digerirlo y sabe más a presente, aunque no me reporte la misma sustancia a este corazón solitario. Siempre hay ocasiones para el recuerdo, pero no siempre es el momento. Un abrazo Amando.
ResponderEliminarEntre la tristeza y el optimismo se cuece este poema lleno de elementos sutiles y profundos.
ResponderEliminarBesicos.
Cuántas cosas dejamos congeladas, están ahí, en la pausa del frío, un poco descoloridas, sin pasión, pero ocupan un sitio que necesitamos guardar.
ResponderEliminares un placer siempre leerte
ResponderEliminarFelicidades por el premio. Se quedó con la sonrisa congelada, y te fundiste en besos con los langostinos. Muy buenos versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
"Un paquete con tu risa" la memoria funciona como un freezer, uno empaqueta los recuerdos para poder sacarlos cuando lo considere necesario (aunque algunas veces se descongelan cuando nadie lo pide).
ResponderEliminarSimplemente hermoso! Gracias por deleitarnos con tu creación!
un abrazo desde el otro lado del oceano!!
Aye
Ingenioso poema, me ha encantado :)
ResponderEliminarTus premios siempre en fresco, enhorabuena, merecidos!!!
ResponderEliminarGenial!!!!!
ResponderEliminarYo nunca halago poesías si no me gustan, en ese caso me voy por las ramas y hablo del tema, así que no es un halago de blog. Esta es maravillosa, de esas que uno se dice “por qué no la habré escrito yo” jaja. Antes de llegar al final pensaba comentarte que ya que ella no estaba mejor era comerse los langostinos, y así cierra (hay versos con los que me identifico)
También me gusta el título del blog, lo leo….
Parece que vuelvo tarde ( Y me dan ganas de contestar: Pues duermes afuera!)
No sé, esos impulsos que se me ocurren.
Abrazos
Encontrarse con el poema necesario es magia.
ResponderEliminarGracias:).