Al
otro lado de la mampara, un cuerpo emborronado en gel y mediodías. Hace unos
minutos me pertenecía, nos pertenecíamos el uno al otro, bajo esa tozudez de amantes con su rostro abierto al vendaval del
desapego. Yo disfruto esos ratos, macerado en los músculos de ese cuerpo,
explorando el cauce de sus humores como un conquistador de territorios
membranosos. Pero también me aburre, tan presuntuoso en su dinámica de sístoles
y digestiones, estúpido conjunto de engranajes con el destino tatuado.
Por eso, aprovecho los momentos más
íntimos para abandonarle, La ducha, por ejemplo, ya lo he dicho. Pero también,
los esbozos de sexo, las tardes frente al espejo herrumbroso, el instante de ese
vago gesto al abrir un contenedor amarillo. En esos momentos, puesto en fuga,
aprovecho para mirarlo. Sin que él me vea, claro, sus ojos tienen un alcance
limitado, y además arrastra un fleco de presbicia al por menor. No sé, un día
de éstos, lo mismo decido emanciparme. Vivir sin ataduras, ya me entienden.
No, no piensen que pretendo mudarme a
otro cuerpo distinto. A estas alturas, con lo que tengo visto, prefiero la
soledad de las alcantarillas, el paso errante sobre los callejones sin destino
fijo, la ausencia de humores y miserias. Un día de éstos, ya veré... Ahora debo
prepararme, ya sale de la ducha, y no quiero que me vea, así, como si estuviera
murmurando a sus húmedas espaldas. Además, está tan atractivo, con su pelo brillante
y ese olor a gel y mediodías…
De esos testimonios hay muchos así.
ResponderEliminarMe gustó
un abrazo
En realidad no somos uno, somos dos o más...y cuando existe la disociación, contemplándonos desde la distancia a veces nos encontramos con sorpresas. Pero siempre volvemos.
ResponderEliminarMe gustó y mucho¡¡
Besos fuertes ♥♥♥
Tú sí que haces poesía con solo abrir el grifo de las letras compañero.
ResponderEliminarAbrazos, siempre.
Un relato de los que invitan a pensar.Los humanos somos seres de insatisfacciones continuas que se " entretienen" con las pequeñas-grandes satisfacciones de momentos
ResponderEliminarUn abrazo
Fina
Llevo varias visitas por distintos blogs, y el tema de la autoscopia está presente. El desdoblamiento debe de estar de moda este mes.
ResponderEliminarUn saludo
JM
El vértigo es una de las emociones que puede originar un relato. En este caso a mi me lo produce por la duda de quién está hablando. Pienso que es el alma, o el Yo, del personaje. Es cierto eso que apuntas, la intimidad de dentro de la ducha, ahí nos encontramos muchas veces tal cual, sin el caparazón del exterior. Buen trabajo, Amando.
ResponderEliminarHuy, cuando nos vemos desde fuera...
ResponderEliminarDifícil aceptarse en todos los campos, todos los días y en todas las edades.
Un abrazo, Amando.
Me encantó este texto, hay algunas partecitas que son deliciosas de leer. Un abrazo
ResponderEliminarEs bueno cuando nos separamos un poco de nuestro envase, es saludable porque escapamos del narcisismo que tanto destruye el pensamiento. Es necesario observarnos desde otro ángulo, o desde varias aristas, eso si, jamás cuando tengo sexo, porque allí todos mis yoes se involucran con tanta emoción que la disociación sería un desacierto. Un abrazo Armando.
ResponderEliminarMe gusta el pespunte de esta posesión, Amando, de ese viaje astral inverso en todos los sentidos.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Un saludo,
¿No has intentado comunicarte con él? Un abrazo a repartir
ResponderEliminarDesdoblarse de vez en cuando es sano ejercicio para el alma o la conciencia o el ego o lo que sea.
ResponderEliminarBesos.
La existencia de dos o más identidades en un individuo, cada una con su propio patrón de percibir y actuar con el ambiente. Me gusta este texto, nos hace pensar en la manera de ver nuestro yo desde otra perspectiva,estudiar nuestras reacciones tan dispares a veces. Genialmente construido yl llevado hasta ese final, felicitaciones Armando, bueno a los dos, jajaja.
ResponderEliminarUn saludo, con tu permiso me quedo para seguir tu blog ahora que lo he conocido, seguro tendrás muchas cosas que contarnos mediante la escritura.
Rosa.
Es lo que tiene el jodido: va por su cuenta y riesgo, engorda cuando quiere, se arruga, se fractura, envejece, enferma... Y ahí estamos nosotros, asombrados de su carnalidad palpitante, sin más remedio que cargar a cuestas con él, nos guste o no nos guste.
ResponderEliminar¡Mira que me ha gustado...!
Un abrazo, Amando.
Que seria de vosotros el uno sin el otro. Lo tuyo con el es un matrimonio inquebrantable ¡te guste o no!.
ResponderEliminarAbracitos para ambos
Finalmente se miró con un ojo más bonachón y se encontró atractivo, a pesar de la crítica anterior... después de todo hay que aceptar el envase que nos contiene.
ResponderEliminarComo siempre, un texto impecablemente construido.
Besos, Amando.
Me gusta como el mismo personaje se convierte en distintas esencias.
ResponderEliminarun abrazo
fus
Vaya que somos complejos! Creo que somos como un laberinto... Vamos y venimos. Nos odiamos, nos amamos... Y está en nuestra naturaleza, sin dudas. Y me gusta mucho la forma en qué lo abordaste. Admiro ese estilo tuyo. Bah, pero eso ya lo sabes. ;-) Besos porteños!
ResponderEliminarY si esos pensamientos sólo fueran un sueño, quizá la realidad física no tenga escapatoria posible, El cuerpo humano es una máquina perfecta, seguro que barajó la posibilidad de una huida, de una rebelión a bordo ...mejor no buscarle las cosquillas.
ResponderEliminar¿Psychose?de Hitchcock, ¿psicosis?es decir desdoblamiento. Lo cierto es que la ducha es un momento de renovación completa, menos en la pelí.
ResponderEliminarcatherine
Siempre espero de ti algoespecial y nunca me defraudas. Enhorabuena, compa . Y abrazo
ResponderEliminarPues fuera el espejo, a ese ya le conocemos muy bien.
ResponderEliminarabrazos
Es un texto lleno de misterio, al menos para mí. Me gusta, me atrae como siempre tu escritura y creo que la clave está en esa apertura de contenedor amarillo. Da igual, en todo caso. Es sorprendente.
ResponderEliminarBesos admirados.
El otro día, de esos en que uno anda con tiempo hasta para sacarse las pelusas del ombligo, me sucedió algo parecido; contemplé un cuerpo del otro lado de la mampara (me gusta esa palabra) y creo que sin que se diera cuenta se le han ensanchado las caderas, se ha transformado con el paso el tiempo, no le dije nada para no angustiarlo, pero con gusto lo hubiese mandado al gimnasio (pero sé que no le gusta)
ResponderEliminarMe atrapó, acepto que por un momento me perdí con el “contenedor amarillo”, pero después fluyó. Lo mejor que haces es no mudarte a otro cuerpo distinto, pasa como con las nuevas parejas, luego terminan siendo como la anterior (o peor)
Un abrazo Amando.
Los amores perros que nos enmarcan en cuadros perfectos llenos de imperfecciones...
ResponderEliminarYa sabes que siempre te hago la ¡olaaaa!!! Abrazos, Anna
Cuando olemos y mediodía, con el jabón arrastrando el polvo de los minutos renqueantes, uno se siente renacer.
ResponderEliminarPor eso ese instante es tan íntimo, mucho más que los que comparte con otro cuerpor. O casi al mismo nivel de honestidad.
Un abrazo.Me gustó mucho.
SIEMPRE USTED CON SUS GENIALIDADES..!!!
ResponderEliminarUN ABRAZO
Muy interesante ese desdoblamiento,Amando, ese apego, ese desapego...como dejarlo?, como aguantarlo? en esa lucha seguiremos. Un abrazo, amigo: un texto espléndido.
ResponderEliminarA veces es difícil vernos dentro de un cuerpo que para colmo, cambia día tras día y no para mejor precisamente... es así la cosa querido Amando. Fantástico y genial como siempre. Abrazos.
ResponderEliminarHola Amando. El pasado viernes pude disfrutar de tus versos en Sonseca. Para un aficionado cuenta-versos como yo, es todo un lujo tener a poetas como tú en vivo y en directo. Enhorabuena por el premio y...No tardes en colgarlo en el blog para que podamos leerlo nuevamente. Gracias.
ResponderEliminarGracias, Manuel Jesús. Siento que no me dejaron llegar a compartir unos minutos con los asistentes, me gusta oir las opiniones de quienes se acercan a escuchar poesía ajena. Me hubiera encantado charlar contigo.
EliminarDe todos modos, soy yo quien te envidia a ti. He visto que tocas (creo) el clarinete. Cambiaría todos mis versos y mis escritos por ser capaz de crear algo parecido a la música, el único arte, a mi entender, que conecta con el más allá de las cosas. Te dejo mi correo: amandogarcian@telefonica.net Si me escribes, podemos estar en contacto.
Un abrazo.
Un hermoso texto para la reflexión, Amando. Nos pusieron aquí, sin consultarnos, sin pedido previo, sin encargo, sin albarán de envío. Eso sí, estamos obligados -por contrato- a devolver el envase. Y ese envase es el que nos porta y debilita, quien no señala y muchas veces nos mediatiza y define, quien nos ama o nos odia, finalmente, un buen amigo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho pasar por aquí, y esperarte mientras te duchabas.
Un saludo.
hermoso texto profundo, me ha gustado mucho...felicidades
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