Vio, y ayudó a ver, en aquellos tiempos de oscuridad obligatoria
(Galeano, a propósito de Galileo. Extraída, precisamente, de su libro Espejos)
Los amigos, la familia, algunos seres vagamente amados…
Esencia de otredades pulverizada en espray sobre las cuarteadas axilas de
nuestra existencia. La vida sin ellos –aseveran los manuales- resultaría incompleta,
un puzle con las piezas desencajadas. Por pura cobardía, admitimos el axioma de su imprescindibilidad.
Aceptémoslo, son necesarios, además de convenientes. Aunque no tanto por su función como por su ubicación: la latitud exacta de nuestra miseria.
Los otros, ese infierno sartriano, siempre en medio. Se interponen, y eso nos salva, entre nuestra mirada y el espejo.
Los otros, ese infierno sartriano, siempre en medio. Se interponen, y eso nos salva, entre nuestra mirada y el espejo.
Como siempre, un texto interesante y para pensar, además de muy bien escrito. En mi opinión son necesarios, pero sabiendo siempre que pueden fallarnos, igual que fallamos nosotros muchas veces. Besos mil.
ResponderEliminarPoema que hace reflexionar. Y el final me parece una manera de vernos, sin intermediarios, perfecta.
ResponderEliminarBicos, Amando.
Son necesarios porque por (gracias a) ellos o por (a pesar de) ellos se va forjando nuestra manera de ver a los que van llegando. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy de acuerdo Amando, son más que necesarios, imprescindibles...
ResponderEliminarMuy buen texto, con tan pocas palabras conseguís decir tanto.
Un beso
Los imprescindibles suelen ser denostados en tiempos como estos por gentes innecesarias. Luego ellos se sobreponen a la barbarie hasta que vienen otros tiempos como estos. Y así siempre.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Tanto que al final los confundimos con nuestra imagen reflejada, que siempre podría ser peor.
ResponderEliminarAbrazos Amando.
“El infierno son los otros” decía el aludido, bendito infierno que nos define vivos y siempre alertas.
ResponderEliminarAbrazo.
POR ESO A TOD@S L@S CONSIDERO MIS HERMAN@S Ó MEJOR AÚN, YO SERÌA SU ÙNICO ENEMIGO.
ResponderEliminarFULLLL COMO SIEMPRE BROTHER.
UN ABRAZO
Siempre con los filósofos franceses, Amando, el vacío de Camus, el infierno de Sartre. Te propongo la alteridad de Levinas, su teoría del encuentro, del rostro. Bueno, no conozco Levinas a fondo, te dejo la referencia por si a caso, porque me hiciste pensar en él.
ResponderEliminarLos otros, somos el infierno de otros unos.
ResponderEliminarPero admitir que vivir es un riesgo para la propia salud , implica convivir.
Un abrazo.
Maravilloso.
ResponderEliminarAbrazos
Todos y nadie, somos imprescindibles.
ResponderEliminarAbrazos
Un texto bien oscuro... Y gracias a la existencia de esa oscuridad se puede ver. Creo que en el fondo todos somos ángeles y demonios. Vamos surfeando olas y pretendiendo "ser" según las circunstancias. Es una manera de sobrevivir en estos tiempos tan coléricos... Antes "la familia" o "los amores" eran un refugio casi seguro. Ahora? No estoy tan segura...
ResponderEliminarY es que saberse mirar en un espejo, y enfrentarse a eso, puede ser tremendamente aterrador...
ResponderEliminarLos otros se vuelven imprescindibles porque no tenemos el coraje de vivir a solas con nosotros mismos.
ResponderEliminarAdemás nos resultan muy cómodos para proyectar sobre ellos la culpa de nuestras equivocaciones y oscuridades.
Excelente, Amando.
Un abrazo.
La familia forma parte de ese puzzle, es lo que creo, para mí bienvenida sea, aunque sí es cierto que a veces o.., mucha veces, en ese puzzle existen algunos que otros que DESENCAJAN, ¿de qué modo?, del que cada uno quiera imaginar... lasopiniones están abiertas.
ResponderEliminarUn abrazo, Amando y feliz tarde
Fina
Yo ahí veo nuestros miedos, dolorosos, pero necesarios.
ResponderEliminarBuen texto, como siempre compañero.
Abrazos
Las referencias son necesarias, cierto, pero a veces no son justas. Me sigue emocionando tu forma de decir, querido Amando. Besos, siempre.
ResponderEliminarLo complicado y, la insoportable levedad del ser. Todo en uno.
ResponderEliminarLo bonito de todo ello es que igual que hay gente imprescindible en nuestras vidas nosotros también lo seremos en la vida de otros. Y aquí, en esta cadena de favores, es por lo que no hay que dejar de creer en la humanidad.
ResponderEliminarUn abrazo enorme.
http://elchicodelmetro.blogspot.com.es/
Lúcida reflexión, Amando. No puedo estar más de acuerdo: eterno dilema el del yo y los otros...
ResponderEliminar¡Me encantó verte el otro día!.
Un abrazo fuerte.
** la latitud exacta de nuestra miseria **
ResponderEliminarLo peor es que posiblemente tienes toda la razón, lo mejor tu forma de describirlo que convence aún más.
Besos fuertes ♥♥
Pues puede, pero a veces creo que puede ser peor tener esos otros en medio para "salvarnos". Quizás nada como una ducha fría de imagen exacta desde nuestro espejo para tocar tierra... y sobre todo, el silencio, para escuchar nuestra conciencia de vez en cuando (si se lo permitimos)
ResponderEliminarGrandes palabras Amando.
Un abrazo.
pienso que a veces, esos "imprescindibles" pueden ser el pretexto para desentendernos de los otros. Esos otros, siempre en medio...
ResponderEliminarBesos, filósofo.
Es un poema filosófico, pero si un día no nos levantamos el mundo sigue igual, nada ni nadie es imprescindible, se notará la falta durante un tiempo, y como seres adaptativos que somos volveremos a plegarnos en nuestra rutina.
ResponderEliminarUn abrazo Amando y buen finde.
Tú ,yo, nosotros
ResponderEliminary los intermedios.
Me ha gustado.
Un abrazo
" Aunque no tanto por su función como por su ubicación: la latitud exacta de nuestra miseria.
ResponderEliminarLos otros, ese infierno sartriano, siempre en medio. Se interponen, y eso nos salva, entre nuestra mirada y el espejo."Mis soledades, miedos, mi gente necesaria y, yo.Buena reflexión, al igual que la cita de Galeno
Me alegra que lo sean. Yo amo ese infierno sartreano!!!
ResponderEliminarUn placer leerte, este post en particular me llega hoy por unas situaciones personales que atravieso justa mente con conocidos.
Saludos.
Cuando sea mayor me gustaría poder escribir un Perfil como el tuyo. Fenomenal.
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