...el ojo arrodillado en la ventana
(Juan
Bello)
Estudié oftalmología. Pretendía desentrañar los secretos del ojo de las
cerraduras, descubrir esa ganzúa mágica capaz de horadar todas las puertas.
Me
extravié, la vida es así. Acabé enredado, hilo siempre fuera del ojo de la
aguja, perplejo nudo entre la terquedad del tiempo y la esperanza de remendar
imposibles.
Viajé, la mirada virgen. Desde mi soledad de ojo de buey, intuía el
oleaje que acabaría por llevar a pique aquel crucero de ausencias, la agónica
brazada de un navegante sin isla ni espejismos.
Ahora uso gafas. Puesto a ver (a
ver, por fin), me he introducido en el ojo del huracán. Apostado en mi
presbicia, oteo el viento devastador. Viene hacia mí, enceguecido. Destruye
todo a su paso, ese vendaval de soledad que los meteorólogos de las emociones llaman
vida.
Muy bueno Amando, A cuánta gente le pasa que se extravía en la vida...
ResponderEliminarUn beso grande
Pues a pesar de todo se te ve bien en este inicio de año Amando. Buena mirada.
ResponderEliminarAbrazos, siempre abrazos.
El vendaval de soledad es devastador. Certero, irónico y hermoso texto. Abrazos.
ResponderEliminarVeo que sigues teniendo buen ojo, Amando.
ResponderEliminarUn saludo
JM
Menos mal, o no, que no aparece Ariadna.
ResponderEliminarUn abrazo
Estupendo. Tienes que comprarte unas lentillas de colores para verlo de otra forma y tomar decisiones.
ResponderEliminarSaludos.
Bello relato, gracias por compartirlo. Un abrazo. Feliz semana para ti..
ResponderEliminarA veces es conveniente llevar gafas para, por lo menos, saber donde ponemos "el ojo"
ResponderEliminarComo siempre un texto de lo más interesante, Amando
Abrazos
Fina
Esto es un poema. Definitivamente, está escrito en prosa pero es un poema. Y tremendo poema. Amando, es muy bueno. Y adhiero al comentario de Miguel: parece que el 2014 te inspira fenomenal.
ResponderEliminarAbrazo.
Cuando el ojo de halcón pase su vista sobre los ojos de los ciegos, se llenará la luna de imágenes en ojo de pez.
ResponderEliminarVeremos los mares de los cráteres como cuencas infinitas de visión a polvo sin gravedad.
Un abrazo. Feliz 2014.
No es que desee escribir como tú, sería tremenda estupidez por lo inalcanzable que estás, pero si puedo expresar como disfruto leyendo tu buen hacer.
ResponderEliminarLa soledad te perfora.
Besos ♥
Te vuelvo a dejar mi correo , me lié con contraseñas y puedo dirigirme a ti: tramosromero013@gmail.com
Dices que escribir es tu manera de estar solo. Bendita soledad, pero ¡ojo! con el vendaval.
ResponderEliminarOjos para qué te quiero! O no era así?
ResponderEliminarLa última frase me pareció un final perfecto para un texto escrito con mucho ojo.
Abrazos!
estudiamos buscando desentrañar secretos... quizás nos graduamos pensando que los hemos alcanzado... y la vida se encarga de mostrarnos que el agujero de la foto se hace cada vez más grande...
ResponderEliminarbesos,
Los ojos, ventanas del alma dicen. Ventanas de vida
ResponderEliminarUn texto muy hermoso
Besos
Creo que los que estudian oftalmología tienen una mirada más clara de las cosas, aunque no sé si logren desentrañar el secreto de las cerraduras. A los meteorólogos no hay que hacerle caso, por ahí caen granizos que no estaban anunciados, o el amor te sorprende con una hermosa lluvia en la ventana; la vida, y nuestras condiciones meteorológicas (qué trabajo me cuesta esa palabrita) son impredecibles.
ResponderEliminarMuy bueno el final Amando!
Un beso
A ojos cerrados te digo que este texto poético lo escribiste en un abrir y cerrar de ojos.
ResponderEliminarAbrazaso, Amando.
Me encantan tus dobles miradas, ¿o serán ojeadas?
ResponderEliminarA una cierta edad, qué tontería, todos usamos gafas, para ver mejor el tiempo que se fue.
Hermoso como todo lo tuyo, Amando.
Besos, siemre.
Tu imaginación siempre me sorprende. Esta, unida a tu ligereza expresiva hacen de tus escritos una bomba de placer. Algo así, como una buena cañita de cerveza bien tirada en una rabiosa tarde de verano caluroso.
ResponderEliminarAbrazos.
Sin comentarios, me lo llevo para traducirlo al rumano.
ResponderEliminarAbrazos sinfín.
Desorden y soledad se fueron al leerte una vez más. Yo me escondo en la soledad de una noche oscura repleta de velas encendidas, un café y un buen libro que destripar. Los demás, se esconden de mis baladronadas cuando me da por interpretar.
ResponderEliminarAbrazos nocturnos.
me siento plena cuaqndo te leo
ResponderEliminarmil besos
Mientras la arenilla espera en la playa.
ResponderEliminarUn abrazo Amando
A veces llegamos a ver más (no sé si mejor) cuando nos quitamos las gafas...
ResponderEliminarUn abrazo!
Queremos ver demasiado a nuestro alrededor, nos olvidamos de mirar hacia adentro, y cuando lo hacemos, es demasiado tarde. Existen ese tipo de miradas de las que hablas, están, las tienen y las tenemos.
ResponderEliminarUn abrazo Amando.
¿Y a veces no te dan ganas de quitarte esas gafas y fingir que ves sin ver?
ResponderEliminarYo lo hago, en ocasiones se vive muy bien desde la ignorancia. Aunque solo sea a ratitos. Pruébalo.
Besos dióptricos
Cita
Extraordinario ( como todo lo que escribes), Amando. Realmente extraordinario.
ResponderEliminarUn abrazo.
UNA VISIÓN ABSTRACTAMENTE REAL. FULLL TEXTO BROTHER.
ResponderEliminarUN ABRAZO
Hermoso, invita a la reflexion en este viaje por la vida sin duda somos navegantes que intentan ver pero solo lo hacen cuando invitan al corazon.
ResponderEliminarFeliz fin de semana!!
El ojo que ves no es
ResponderEliminarojo porque tú lo veas;
es ojo porque te ve.
Añado, que tus ojos no mienten.
Directos al ojo del huracán, mejor mirar de frente, es la vida, seamos protagonistas de ella.
ResponderEliminarComo siempre me encanta tu texto.
Abrazos
¡Precioso lo de los metereólogos de las emociones!, pasando por las cerraduras, las agujas, el ojo de buey y el .... temible ojo del huracán. ¡Me ha gustado muchísimo! y lo he leído TRES veces. :)
ResponderEliminarUn besazo ¡poeta!
Buenísimo de principio a fin.
ResponderEliminarUn vendaval de excelentes imágenes metafóricas, solo tuyas.
Abrazosaciegas
Un relato que nos muestra (desde mi punto de vista), el interés del protagonista por querer una visión mucho más allá de lo que abarca "el ojo de una cerradura" pues no se conforma con esa estrecha visión de la realidad... No quiere pensar que fuera de él no existe nada más. El afán por tomar nuevos caminos, conocer más de la vida también conlleva sus riesgos pero mejor eso que quedarse en un mundo imaginado. Una abrazo Amando.
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