Lamentable, darling. Tanto
movimiento y tanto ruido. Y toda esa gente alborotando por los pasillos… Cómo
lamento, darling, haberme embarcado en este cucharón. Hasta gentuza viajando en
tercera, esos irlandeses que escandalizan la vista desde las cubiertas. Y
encima, ahora la luz, que se apaga cuando quiere. Así no se puede dormir,
darling, eso lo comprende cualquiera. Además, tengo el estómago revuelto. Mira
que poner salmón pochado con salsa muselina en la cena de gala… Una falta de
elegancia, darling. Claro, con un capitán que se apellida Smith, ignora la
etiqueta y no sabe llevar como es debido el uniforme, qué se puede esperar…
Oh, my god, qué horrendos
gritos… Esto es insufrible. Todo este alboroto más propio de un muelle de
Londres… Así no puedo dormir, darling. Cuando lleguemos a Nueva York, pones una
reclamación en la White Star Line. Es vergonzoso, sencillamente vergonzoso.
¿Dónde vas, darling? No me dejes sola ahora, me siento mal… Pide al servicio
que me traigan las sales, creo que me estoy mareando. Seguro que el filet mignons Lili no me ha sentado
bien. ¡Espera, darling! No te vayas,
precisamente ahora que me asalta esta espantosa jaqueca. Tienes que conseguirme
hielo, mucho hielo, darling… De verdad, podría jurarlo, no pueder haber nada
más horrible que esta jaqueca…
(Madrugada del 14 al 15 de abril 1912, frente a las costas de Terranova)
Amigo Amando:
ResponderEliminarHe estado viendo las últimas entradas de tu blog y te felicito porque su lectura es muy agradable, fácil y amena. Este pequeño relato sobre el Titanic es muy bueno. Efectivamente, hielo iba a tener, ja, ja. También me gusta mucho tu sección "999 caracteres o menos". De los últimos, destaco el de "Aburrimiento de los otros". Gran mordacidad y fuerza. ¡Enhorabuena!