Retornó al cuarto donde le soñaba,
quién podía morir una mañana así,
tan temprano
y con Purcell sonando en el pasillo,
rasgó la última llama en el mechero
donde encendía ayeres,
e hizo
arder
sin tristeza, los ajados restos
de aquellos viejos diarios, y las cartas ,
promesas, claro está, de amor eterno,
quemó también,
al tibio sol que velaba su impostura,
la palabra empeñada,
complacida, acaso,
de ver su juramento hecho cenizas,
quién podía morir una mañana así,
pensó
mientras bajaba en ascensor hacia el
olvido,
tan temprano
y con Purcell sonando en el pasillo.
Premio Rodrigo Manrique, en Siles (Jaén). Agosto 2010
Seleccion de Dido y Eneas, con la Royal Opera House, y Sarah Conolly:
https://www.youtube.com/watch?v=p8Vkq5xKkHQ&list=PLF6FAB95E05A5420F
Otro día será..
ResponderEliminarEmociones a flor de piel
Besos
Murió el amor, y con el sus promesas....Desesperación y sensación de abandono.
ResponderEliminarTal cual. Has llevado a tu terreno la música de Purcel y el libreto de Nahum Tate con maestría.
Un abrazo
"Aquellos mecheros que encendían ayeres" Magnífico Purcell acompañando a este hombre hacia el olvido. Precioso, Amando, toca la fibra.
ResponderEliminarBesos, de hoy.
Un amor no vivído y promesas incumplidas, un amor finalizado. Coincido con Isolda, me encantó "el mechero que encendía ayeres" es magnífica la imagen que evoca.
ResponderEliminarUn abrazo grande,
Eva.
Queda Purcell en el olvido y el tibio sol.
ResponderEliminarUn abrazo.
Una delicia Amando, más con el complemento musical.
ResponderEliminarSuerte de mañana, si fuera la de hoy tal vez la banda sonora sería mas como:
http://www.youtube.com/watch?v=xWRcx9LHBJU
Pero claro, esa, sería otra historia.
Un abrazo.
Pues, "levántate y anda".
ResponderEliminarEntiendo que la ópera de ganas de quemar también al sol tibio.
Creo que en este pasillo, a parte de Purcel, huele a eucaliptos y suena también una canción de Ralph Mctell. Coincidencias?
ResponderEliminarMe gustó tu poema.
Un abrazo.
Con solo intuir el título del poema, se advierte que no se puede concluir “el porvenir” de esta manera. Amor imaginado, anhelado, ansiado, pero que no se ha materializado. Como se puede dar por finalizado un sentimiento que está por llegar, como se puede anticipar el final de un amor que no ha llegado todavía. Quiso romper la última ilusión, deshaciéndose de esperanzas marchitas que durante un tiempo creyó que eran reales. La posibilidad de que un sueño se convierta en realidad es posible mientras “este por llegar”, mientras no haya un desamor real. Un abrazo.
ResponderEliminarComo dice la canción "Aquella noche que fallaste, tampoco fui a la cita yo" Promesas incumplidas.
ResponderEliminarAbrazos Armando.
Hacer recuerdo de lo no vivido, para caer en la
ResponderEliminardesesperación de borrar todo lo acontecido.
Fuerza y destreza en el manejo de los tiempos,
Un fuerte abrazo.
Qué bonito!! Destila melancolía y nostálgia.
ResponderEliminarSaludos.
Primero puse la musica y lei mientras escuchaba. Es perfecto armando, como siempre!
ResponderEliminar*El amor es eterno mientras dura*
Saludos!
Gracias, Amando.
ResponderEliminarLeyéndote, caro amigo, he aprendido mucho. He aprendido a ver el amor como causa y como destino, como alfa y como omega. Nuestro amor, el amor de cada uno es, al parecer, y en la misma medida, nuestro pasado y nuestro más probable porvenir.
Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarQue maravilla de poema. Me ha dejado impactada. Esto es auténtica poesía, de la buena, de la que te deja satisfecho hasta la felicidad.
Mi mas admirada enhorabuena, Amando. El premio no es para menos.
Un fuerte abrazo.
Quién podría... y quién podría no morir leyendo tus versos... (aquí acabo de parecer una ardiente enamorada). Morir para renacer como una persona amante de la poesía. Y morir con esta música para lamentar la suerte de la bella reina de Cartago.
ResponderEliminarCualquier día es perfecto para morir cuando llegue la hora indicada y mucho más si sólo son cenizas lo que queda de lo que una vez fueron promesas. Magnífica la sensación de bajada en el ascensor del olvido.
ResponderEliminarGracias por compartir con nosotros.
Un abrazo
Tal vez no era una buena mañana para morir, ni siquiera un buen momento... nunca lo es, no te parece?
ResponderEliminarpero una cosa si veo, antes de morir uno tiene que zanjar todo lo que quedó pendiente en el camino.
Mientras se viaja hacia el olvido, mejor ir ligero de equipaje.
sin duda el premio fue merecidísimo.
Besitos mediterráneos.
ResponderEliminarEn una noche así, una delicia tu poema.
gabon-buenas noches.
con abrazo
Al quemar recuerdos, te vacías un poquito más por dentro, y eso en parte te deja espacio para llenarlo de nuevos momentos. Las promesas, sirven más para desgarrarnos con el tiempo que para otra cosa, ya que la mayoría no se cumplen.
ResponderEliminarPero, MENUDO POEMA!
Me ha encantado.
Un abrazo.
He agostado las tardes
ResponderEliminarde las escaleras frías.
El ascensor se detuvo,
en el zaguán de su risa.
Y me recosté en la baranda
de las viejas letanías
por refrendar una voz,
que una tarde...llegó a sentir que era mía.
Un abrazo
uuuuff Armanado me has dejado esteee pos a veces no saldamos cuentaspendientes del alma y llega la parca sin avisar uuuff , fantático y felicidades digno de todo premio y el video me encantó , un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarNingún día es bueno para morir, ni para matar, aunque sólo mueran recuerdos.
ResponderEliminarMelancólico y bello.
Un abrazo.
Pff! nostálgico post...y con lo que traigo acentuada esa luz de morir por la mañana.
ResponderEliminarSlaudos!
Me quedo enganchada en la música... tus versos siguen bailando su particular danza del fuego en mi retina. Demasiado perfecto para estropear el momento.
ResponderEliminarDejo aquí la lectura y mañana -que ya es hoy- seguiré leyendo las entradas de marzo que me robaron los duendes del cuento.
Un abrazo emocionado