Papá, ¿en
estos cuadros no salen personas? La niña, calculo, puede tener alrededor de
diez años. Arrastra su defraudada curiosidad por la exposición Impresionismo y
aire libre, Museo Thyssen, Madrid. Telón de fondo con gestos admirados y
quintales métricos de québonitos entre los bañistas de esta Costa Impresionista
en que se ha convertido el eje Prado-Recoletos. La niña sigue buscando rostros
humanos. En vano, claro está.
Extraviado entre nenúfares y alamedas
al ocaso, la observo de reojo, sus deportivas levemente raídas a la altura del
talón, sus ojos vivaces anhelando ese perfil de seres humanos. Recuerdo el
poema de Alberti, musicado hace años por Aguaviva. Racimos de turistas en torno a guías abúlicos van tomando la
sala, seducidos por el reclamo de prados y estanques. Se interponen con descaro
entre la naturaleza, presuntamente viva, y mis ojos atónitos, cada vez más
muertos. Gentío, hoy toca cultura. ¿Pero, dónde los hombres? Titubeo, enceguecido al pronto, incapaz de
descubrirlos.
Desaparecen, la niña y su pregunta sin
responder. ¡Ah, éste sí es maravilloso, qué preciosas tonalidades verdes!,
comenta un bolso acompañado de señora, justo delante de mí. Quizá la pincelada,
intuyo, ha usurpado el hueco de la piel, quizá el paisaje ha desterrado a sus
habitantes, hasta convertirse en un muestrario de colorines en busca de aplauso.
Entre Monet y Manet, mucho más que una vocal de diferencia. Me pierdo en el
agujero verde de esas campiñas, en sus matices carentes de alma, dónde estará aquella
niña... Québonitoooooo.
Ad-miran, y cuando admiran parece que
están solos. A-sienten, y cuando asienten, parece que están solos. Con aspecto
de hombre viven, o eso parece. ¿Pero dónde los hombres?
Enlace al tema de Aguaviva, Poetas andaluces de ahora:
http://www.youtube.com/watch?v=CoADWowiOyg
Amando, veo que tu empeño se hizo verbo, carne de palabras como dardos de afilada puntería... Me ha encantado el texto y comparto la duda... ¿pero dónde los hombres?...
ResponderEliminarLos hombres estarán buscándose a sí mismos por algún lado. Pero mientras nos encontramos y no, haremos genuflexiones culturales para parecer...quién sabe que.
ResponderEliminarMe encantó lo del bolso acompañado de la señora. Yo tengo uno. Un abrazo.
ResponderEliminarEres genial, de veras. Me cautivas.
De mas joven, quiero escribir como tú.
Dosbesos
Preciosa entrada, lo que ves, si te gusta deja que tu vista disfrute
ResponderEliminary se mimetice con el alma del pintor, pretender buscar aquello que
no está pintado es querer cambiar el lienzo.
Un fuerte abrazo.
Preciosa entrada Armando. Es de admirar como juegas con las palabras tejiendo frases de una belleza incalculable.
ResponderEliminarEn cuanto a la pregunta final de tu entrada, yo creo que los hombres se perdieron hace tiempo en su vanidad y sera dificil encontrarlos.
Un placer leerte. Saludos.
La a que falta en Monet, la a de a-sienten que quita algo en sentir...
ResponderEliminarMuy fuerte esta entrada. Pero me gustan Monet y Manet y la naturaleza desierta.
En un museo estoy sola con lo que veo, y con mi bolso.
Es una entrada fantástica, de ohhhhhhhhhhhhhquébonita. Me emociona recordar cuando cantábamos con Aguaviva esos versos. La naturaleza ofrece tanto como el rostro, aunque en esta ocasión se hayan decantado por ella. (Imagino la cara de la niña si se da de bruces con El pífano, o con autorretratos varios) Qué mas puedo decir si te lo han dicho Soco y Catherine. Un beso fuerte.
ResponderEliminarLa próxima vez que vaya al museo te pediré que me acompañes. Saltos y brincos
ResponderEliminarLoa hombres Amando, duermen en el bolso que acompaña a la señora. Ese homenaje a Alberti, rodeado de campos es un placer.
ResponderEliminarQuebonitooooo!!!
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarCómo lo bordas, Amando.
ResponderEliminarAl compás de aquella canción de Aguaviva, cuánta visión crítica, qué mirada más certera.
Y gracias por esa carcajada que me has hecho soltar a consecuencia de ese "bolso que iba acompañado de señora".
Un abrazo.
Yeah, algunos artistas tienen problemas con lo humano y entonces desbordan su talento en mirar el corazón de los paisajes. A Monet lo admiro, a Manet lo encuentro lineal, prefiero a Cezanne.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Saludso.
Que creatividad Amando.
ResponderEliminarRealmente me encantó.
Un abrazo.
Cada pintor tiene una forma de mirar la vida y de expresarla al igual que otros artistas, tú también la tienes tu peculiar forma de escribir de la que siempre aprendo algo. Simpática y peculiar la frase "bolso acompañado de señora".
ResponderEliminarUn abrazo grande,
Eva.
¿Una señora a un bolso pegada? Me suena familiar...
ResponderEliminar¡Qué bueno!
Abrazos
Artículo publicado en el Diario inexistente de mi vida:
ResponderEliminarAlgunos escritores siempre me han llamado la atención, como si desde sus escritos me lanzaran un mensaje personal. Uno de ellos es Amando García Nuño. Una vez intenté explicarle a mis alumnos por qué me gustaba tanto Amando. No sólo porque trate una y otra vez unos motivos ( los recuerdos, la vida diaria, la enfermedad, la muerte, el arte, la música, el sexo...) que a mí también me interesan. Es por el modo como los expresa, es por el conocimiento, si se puede llamar así, que comunica.
Amando no está interesado en la psicología del ser humano, sino en algo que está detrás de ella. Vivimos un mundo en el que tras el cuerpo y la mente no se ve nada - ¿ verdad, caro amigo ? - pero es ahí donde está lo fundamental. La angustia, la incomunicación entre personas o la nostalgia que aparecen en sus poemas no son psicológicas: son existenciales.
Lo que dice Amando en este precioso escrito es que un verdadero cuadro es aquel que dice lo que sólo la pintura puede decir...
Él escribe lo que sólo un verdadero escritor puede escribir. Hay cosas que uno entiende, pero que el tiempo o algún acontecimiento hacen que las entendamos con una profundidad mayor, como si las ideas fueran pozos y siempre fuera posible bajar más y más.
Ahora estas palabras de Amando significan no otra cosa, sino mucho más que antes...
Un abrazo.
Naturaleza en estado puro y el hombre ¿Dónde? quizá no puede formar parte de ese paisaje, se ha perdido tras él, por su falta de espontaneidad. la niña todavía mantiene esa inocencia y no concibe un paisaje sin personas, percibe desde su ingenua sabiduria que faltan "retoques" con que rematar la obra... se podrían pincelar cientos de lienzos de un mismo paisaje y cada uno de ellos mostrar una realidad propia, una personalidad definida en cuestión se segundos. El paso del día, el tiempo indica que el paisaje está vivo. ¿Qué ve el hombre en ese color llamativo? Solo lo superficial, pero ¿Qué hay detrás de ese color? El hombre se ha convertido en pura apariencia, gira en su mundo, que se ha detenido en lo superficial. La falta de apreciación y el compromiso dan miedo o es simplemente comodidad. La naturaleza habla por sí sola, para mí representa la sinceridad, la verdad, incluso cuando sufre y se transforma. El hombre suele ser artificial, le gusta aparentar... Lógicamente hablo en sentido general. Un abrazo
ResponderEliminarPintas con tus letras la belleza plasmada en esta entrada, hoy tus letras están decoradas con el arte de tu escritura, muy buena esta entrada que me ha cautivado.
ResponderEliminarUn beso.
ResponderEliminarMaravilloso y magnífico texto enlazado tan oportunamente con el poema de Albertí musicado por Aguaviva. Tuve ese disco en mi juventud y recordarlo hoy me ha hecho recordar otros tiempos de lucha y esperanza.
Gracias por compartirlo. Me ha encantado.
Un abrazo.
Comenta un bolso acompañado de una señora.... Genial, Amando.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho tu entrada.
Besos.
has pintado con versos la duda de la niña, ¿donde los hombres? muy bueno . abrazos
ResponderEliminarAmén, señor gerundio del verbo Amar. Siento un ligero disgusto ante el arte contemporáneo en el que todo se desdibuja para acabar siendo... ¿qué? ¿Pinceladas? Me recuerda a cuando un programa de televisión coló en el Prado un cuadro pintado por niños de primaria con las manos y que coló por obra de artista de categoría. REcuerdo a una señora diciendo "buf, nunca había un cuadro con una carga sexual tan fuerte"... sin comentarios. Benditos niños (aunque por lo general los odie) y bendita y genuina inocencia. Dónde estarán los hombres, dónde, que parece que hacen más falta que nunca. Hermosísimo el musicado poema (aunque el estribillo no me gusta).
ResponderEliminarUn placer visitarte, Amando
ResponderEliminarQué forma tan genial de describirlo!
ResponderEliminarLos hombres y las mujeres, sin bolso ni nada, enormes, y con narices desproporcionadas a veces, están en el museo de mi ciudad. Esculturas de Giacometti. Para ver la naturaleza, dar un vistazo por las ventanas: colinas y montañas todavía nevadas. A los niños les impresiona mucho.
ResponderEliminarEs lo bueno de vivir en una ciudad pequeña donde la gente tiene más mochilas que itbags.
Los hombres se quedaron en cada pincelada del cuadro, los demás vamos como remedos por la exposición haciendo que admiramos algo que ni compartimos ni entendemos.
ResponderEliminarAbrazo Amando
No. Estoy convencida que lo tuyo no es solo experiencia. En ti hay sensibilidad a raudales y arte... mucho arte.
ResponderEliminarAyer -de madrugada- elegí cerrar la noche con la musicalidad de tus palabras. Hoy decido que me llevo a los sueños los colores impresionistas y los versos de versos de Alberti. ¡Gracias!
Abrazos (cinco)
me gusta el sabor que le das a tus letras
ResponderEliminar