-Joder, Noé, pareces imbécil. Ciento
veinte años construyendo un barco en el desierto. ¿Me quieres decir de una vez
para qué lo quieres? ¡Tío, que somos el cachondeo de todo el personal…! Y
encima, como no haces otra cosa, tengo
yo que llevar toda la casa. Ya ves, hasta la víbora de nuestra nuera, la mujer
de Sem, se burla de nosotros. Esa bruja, convencida de que algún día tendrá un
descendiente divino de la muerte. Pero ya sé que, a ti, tus hijos te importan
un pimiento. Con razón me chiva Cam que lo único que te gusta es ponerte piripi
cuando acabas tu jornada de construir arcas. Carpintero y además borracho,
menuda cruz la mía.
Pues ¿sabes qué te digo, tonto del
culo? Que hoy no vuelves a casa si no te buscas una ocupación decente y que
–además- nos dé pasta. Como Jafet, ya ves, que ha decidido ser banquero, o
presidente de diputación, no lo recuerdo bien. Eso es tener visión de futuro.
Así que ya lo sabes, si no vienes con una subdirección adjunta y una tarjeta de
crédito como Yahvé manda, esta noche no entras en el adosado. Te quedas a
dormir en tu dichoso arca. Y si te sientes solo, metes allí contigo un par de
animalitos de cada especie para que te hagan compañía.
Y márchate ya, que encima, por tonto,
te vas a mojar. El hombre del tiempo de la tele ha pronosticado lluvia intensa.
Aunque luego siempre es lo mismo, se equivocan, anuncian el diluvio y caen
apenas cuatro gotas…
Da gusto soltar sonrisas los domingos, en este caso hasta me ahorro de ir a la iglesia. Muy divertido.
ResponderEliminarEs que estos del tiempo... ¡Muy bueno, ja,ja! Veo que estos últimos días
ResponderEliminarestás muy inspirado. La verdad es que dominas todos los registros, sentimental, irónico, humorístico...
Muy bueno, tambiín, tu poema de la nieve en Riaza. y, por cierto, esa habitación, con sus libros y su radiador tiene que resultar de lo más acogedora cuando hace frío fuera ¿eh?
Un saludo, amigo