A Parrondo
Tendida,
tu mirada en interior
fijaba
un desconchón de soledades
por
las sombras del techo suspendido,
estabas
bien, no había ventanas
en
la sala dieciséis del tanatorio
donde
te despedi,
y
habían prohibido entrar la luna llena,
tampoco
hablamos mucho,
tu
silencio de hombre en interior
reducía
el valor de las palabras
a
un recuerdo de polvo de carbones,
así
que me marché,
en la puerta
esquivé
los jirones de esa luna
que
aún se preguntaba
por
qué no había ventanas en tus sueños
cegados
al futuro,
sólo olvido
y
el reflejo de cuatro cirios tristes
encuadrando
a un hombre en interior.
Íntimo y triste. A la ve hermosísimo.
ResponderEliminarBesos, siempre.
Estremecedor... Sabio. Hondo.
ResponderEliminar" sólo olvido
ResponderEliminary el reflejo de cuatro cirios tristes"
encuadrando a un hombre en interior
Triste, pero con una belleza indescriptible
abrazos
Hablas con cariño de tus amigos idos, o que vuelven, y te sale un poema magnífico. Vuelvo de mi paseo con el perro, mudo, y con luna llena y pensé en él y en tí. Un abrazo fuerte.
ResponderEliminarBellísimo.
ResponderEliminarTierno.
Suave.
Denso.
Onírico en un telaraña de olvidos y encuentros.
Chapeau!
Un cordial saludo y feliz salida del 2012.
¿Por qué es tan bella la tristeza siendo tan triste?... ah no, son las palabras bien escritas.
ResponderEliminarUn abrazo
¡BRAVO! Querido Amando: Te deseo todo lo mejor para ti y tu familia en el nuevo año y que nos sigas deleitando con tus poemas, relatos, crónicas, vivencias... en un espacio siempre sorprendente, ameno y lleno de calidad literaria y humana. Un fuerte abrazo
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