Sábado de Carnaval. Alguien, tras la máscara, pregunta por ti.
Abrirás la puerta
y no me reconocerás
aun sabiendo que vendría
a visitarte,
pero me mirarás con
simpatía,
me dejarás entrar,
sentarme en mi sofá,
mirar al otro lado de
la tele,
este disfraz
de sueño en bandolera
resulta bien para
empezar de nuevo,
luego te perderás
conmigo, al fin y al cabo
hace una vida que nos
ignoramos.
Me deja un inquietud casi adictiva.
ResponderEliminarY a pesar de ignorarnos, sabemos que siempre ha estado con nosotros.
ResponderEliminarBoquiabierto y ensimismado en una nube distorsionada,¿será verdad?
ResponderEliminary ciertamente lo era, uno a cada lado y nadie entre los dos, solo el
silencio producido por la soledad de ignorarnos.
Así me he sentido con la lectura de tu poesía.
Un fuerte abrazo -me ha encantado-
Armando, hoy estoy dura de mollera. Sigo con la incógnita, pero tu dominio de las palabras es mágico. Buen finde
ResponderEliminarNos ignoramos para disimular, al fin y al cabo sabemos que acabaremos junto a ella. Muy bueno, Amando. Besos, que espere.
ResponderEliminarDisfrazarte para que te miren con los ojos limpios de pasado. Con la curiosidad de lo desconocido. Quizá debería practicarlo alguna vez.
ResponderEliminarUn abrazo, Amando.
Y en este baile de disfraces, ¿sabemos cuándo nos ponemos la máscara y cuándo nos la quitamos?¿de que lado estamos realmente?
ResponderEliminarMuy inquietante Amando.
Un Abrazo.
Una imagen estremecedora para un relato sencillo, intenso y emocional. Puro realismo. Inquietante y cargado de tensión.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho.
Un abrazo.
Con una vida ignorándoos, es el momento de volver con una máscara, sólo distinta a la que llevamos siempre. No es el rostro que nos sorprende por muy sabido, es la máscara que ya ni nos sorprende, sólo nos parece la misma pero más vieja.
ResponderEliminarLo dicho, cuando sea mayor quiero escribir como tú.
Un abrazo.
Aquí, solo hay UNO, nada más que UNO, por mucho disfraz que haya por medio... UNO abre la puerta y él mismo se recibe. Ese disfraz de esperanza, que le asalta como "remedio" de un día, no es más que una ilusión , un deseo de cambio. Al final, se confunde el "quien soy" con el "quien quiero ser". Para terminar descubriendo que "NO SE RECONOCE", como siempre... El ser humano es así de complicado...
ResponderEliminar¿Será que así vivimos...disfrazados?
ResponderEliminarMe ha encantado.
Toda la vida contigo pero sin mi...
ResponderEliminarRotundo. Abrazos
Excelente.
ResponderEliminarSi disfrazarse, como decía Amando García Nuño, es " comentar gradualmente lo que me salga de los cajones del alma " y " retroceder y avanzar gradualmente de la apariencia ", yo soy por definición un viejo crítico prematuro...
Un abrazo.
Muy bueno, Amando, certera visión sobre este carnaval que es la vida. Un abrazo.
ResponderEliminar¿Sabes?, te voy a responder con una canción. Tan bonito tu poema como esta melodía:
ResponderEliminarhttp://youtu.be/uH8Ds1RDZ-o
Dices muy bien tu manera de estar solo, un poema a veces puede ser, casi una vida.
Gracias
Qué torpes, si supieran que de verdad nos quitamos la máscara cuando nos las ponemos...
ResponderEliminarun abrazo
ResponderEliminarGran poema.
Con máscara o sin máscara, la vida un carnaval de solitarios en compañía.
Otro abrazo.