Todos los hombres nacen iguales, pero es la
última vez que lo son (Lincoln)
Ya todos somos iguales, dijo alguno
desde el nicho
de la fila once
al cuerpo
cuatro sepultado en tierra,
era lo que
querías, según creo…
Éste movió
en silencio su osamenta
cambiando
de postura, no lo creas,
yo aún
tengo un hueco por los corazones,
y a ti te
han sucedido en los despachos
donde se
mata gente a plazo fijo,
no lo
creas, repitió, en mi caso hay alguien
que aún me
lee poemas de algún tiempo
rescatado
al recuerdo, en mi caso
hay alguien
todavía,
pero a ti
ya te
habrán anulado los decretos,
tapizado el
sillón y sepultado
bajo
olvidos de flores tu memoria,
ésa que
siempre solías maquillar
porque no
conjuntaba con la vida.
Incluido en el poemario Tiempo de fingirse parecidos. Premio del Certamen de Poesía Social Julia Guerra, Algeciras.
Imagen, Cementerio en Montmartre, de Rusiñol
Siempre hay alguien, siempre .me encanta el final. Maquillar la memoria porque ni conjunta con la vida. Es triste hacer eso. Besos gran poema
ResponderEliminarParece que hay cargos de conciencia en el nicho.
ResponderEliminarAbrazo Amando
Bajo tierra o en los gélidos estuches de la muerte, no es que todos seamos iguales, es que nos parecemos, pasado un tiempo (ese de carnes hechas polvo), una barbaridad... Excelente poema, como siempre poniendo el dedo en la herida... y apretando. Un abrazo.
ResponderEliminarEs raro cuán bestialmente muerto se siente uno paseando por el cementerio. A cada cual lo suyo.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte, Amando.
El tiempo...ese poderoso tamiz de realidades.
ResponderEliminarSin embargo, al final solo tenemos 'nuestro tiempo', de poco nos sirve el tiempo de los que nos sucederán...es triste...pero ese tiempo aun no existe.
Un fuerte abrazo y gracias por el punto de reflexión que abres en mi día.
De que nos sirven ya muertos los poemas.
ResponderEliminarEl diálogo entre nicho y tumba,(movimiento esquelético incluido)es una sátira divertida.Aún muertos compiten....
Abracitos
Bueno, con poemas o no, al final, todos calvos... Y ya pueden leerle poemas y cantarle tangos, ni los oye ni lo impresionan. Eso sí, a los vivos creo que sí pueden interesarles y tal vez seguir sacando tajada de los muertos que no van a protestar.
ResponderEliminarComo siempre, un placer.
Triste eternidad la del inane que se cree superior por ocupar un despacho oficial de alto grado. La memoria sólo honra a los auténticos.
ResponderEliminarUn beso, Amando.
Que bueno que los cargos de conciencia no prescriban, ni después de muerto, debe ser eso lo que llaman descanso (o castigo) eterno, je je.
ResponderEliminarUn abrazo Amando, siempre dando una patadita a la conciencia.
Y es que siempre ha habido clases...
ResponderEliminar¡Me parece estar viendo a "los dos moradores de ultratumba"!. Me encanta la descripción que haces del "cuerpo cuatro sepultado en tierra... (Éste movió en silencio su osamenta cambiando de postura") me lo imagino. Este poema me transporta al lugar de los hechos y visionar…, Se podría representar. La realidad es clara, todos somos casi iguales cuando nos convertimos en meros esqueletos (polvo), no viajamos con la maleta llena bondad o de mezquindad, la dejamos en nuestro caminar por la vida. Es tan fácil ser sustituido cuando lo que aportas en la vida es solo apariencia… Sin embargo cuando “entregas” con el corazón, no hay nadie que ocupe tu lugar, eres irreemplazable para siempre.
ResponderEliminarMientras algunos siguen mirando por “encima del hombro” (nicho) otros, siguen “sembrando en la tierra”, la semilla discreta de lo que fueron y seguirán teniendo recompensas “de por vida”.
Eso pasa con la historia...la entierran los decretos, pero al menos a veces quedan records. De nuestras vidas individuales, somos nosotros los que nos ocupamos de proyectar vida o morir en el avispón del pasado.
ResponderEliminarSaludos y buen fin de semana.
EXCELENTE, MUY INTERESANTE.
ResponderEliminar"Qué vergüenza, Señoría. ¿Cuánto cuesta su amnistía?" - Dice el ratón al gato.-
ResponderEliminarEs para lo único que están de acuerdo ¿verdad colega?
Un Abrazo.
Les paroles s'envolent, les écrits restent. Las palabras se vuelan, los escritos permanecen.
ResponderEliminarSerá por algo que el que yace en la tierra aún tiene un hueco en los corazones (numerosos corazones). Se conjuntaba y se conjunta todavía con la vida.
Un poema tan precioso como el cementerio de Montmartre, si me permites esta comparación, Amando; para mí que amo los campos santos es un piropo enorme porque éste es muy especial por su sitio, la variedad de sus monumentos y tumbas y el número de gente famosa (o no) de varias nacionalidades que escribió, bailó, pintó o sólo vivó y se enterró aquí.
Me gusta mucho. Ni siquiera en la muerte somos iguales. Ni siquiera en la muerte algunos se dan cuenta de la futilidad de sus vidas. es trágico pero también hermoso, ese diálogo de osamentas.
ResponderEliminarUn abrazo.
La muerte, la gran igualadora...
ResponderEliminarEs mentira, Amando, todo es mentira. La muerte no iguala nada. Sí, todos morimos, pero también todos respiramos, y hacemos la digestión. Si el hombre es esas cosas, por supuesto que todos somos iguales, pero entonces no hay que esperar a la muerte para comprobarlo y aprenderlo...
Un abrazo fuerte.
Estoy de acuerdo, pero si no lo estuviera no podría dejar de reconocer que es muy interesante y bien escrito. Nunca seremos iguales afortunadamente.
ResponderEliminarBuen fin de semana
Quiero que en mi caso haya alguien todavía...
ResponderEliminarY es que somos todo distintos
ResponderEliminardesde la guardería de las primeras risas
hasta la facultad de los sueños,
que se agujerean en el cementerio,
...bajo flores de verdad o de plástico.
Porque bajo tierra, todos somos iguales.
Un abrazo.
Nacemos "vacíos" de miedos, dudas, temores, o problemas a los que atender, que con el paso del tiempo van marcando nuestros pasos hacia caminos que unas veces seguimos solos y, otras, nos acompañan.
ResponderEliminarVivimos a base de despeñarnos la rodilla desde pequeños cuesta abajo, y muchas veces, ya de mayores, desearíamos que sólo nos preocupase ese arañazo y ese dolor, que con el beso de una madre y un "no pasa nada, ya está", y que se acabasen los problemas. Pero no.
Amando,
ResponderEliminarUn placer leerte. Buen poema, repleto de ése humor ácido que tanto me agrada. Un trabajo excelente. Saludos, Ann@
PD. Te invito a mi blog. Gracias
Muchisimas gracias por el mensaje en mi blog (dame un minuto para pensarlo) Es un honor un comentario asi de un poeta! me estoy paseando sin prisa por tu blog. Enhorabuena tambien :) No dudes en echar un ojo a post de mi blog siempre que quieras..Creo que alguno de los antiguos puede gustarte :) Un beso fuerte. Gracias de nuevo. Y viva las palabras.
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ResponderEliminarQuien siembra viento recoge tempestades y este poema es una buena e ingeniosa muestra.
Un abrazo.
Buenísimo el poema.
ResponderEliminarCierto, una vez nacemos ya nunca más somos iguales ni siquiera tras la muerte.
Se podría decir que si, que terminaremos siendo huesos y ceniza, pero sobre ellos habrá unas conciencias aturdidas y otras libres.
No, no todos somos iguales, afortunadamente.
Besos mediterráneos.
Somos iguales y distintos al mismo tiempo. Sentimos lo mismo pero actuamos de forma diferente según nuestra cultura, religión o posición social, vamos, todo aquello impuesto por la sociedad. Algunos dirán que si no fuera así, aún viviríamos como animales. Pero los animales mueren libres y nosotros no podemos hacerlo sin pagar.
ResponderEliminar¡Vaya! Has removido algo. Gracias.
Un abrazo
WWUUUUAAUU FANTÁSTICO ARMANDO UNA DENUNCIA POÉTICA E S UN CLAMOR QUE BELLO T E HA QUEDADO JOO POETA ME ENCANTÓ , BESOS DESDE MI BRILLO DEL MAR
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ResponderEliminarEl buen poeta no muere. Lo pueden matar, pero no muere.
Excelente. Tuyo.
Los bajos instintos también nos igualan, estimado poeta, porque los tenemos; aunque quieran engañarnos con monsergas.
ResponderEliminarabrazos en verde y blanco
Qué sabio era el señor Lincoln.
ResponderEliminarMe ha encantado. Sincero, descarnado, cruento y directo. Un mazazo de realidad sobre la poca impronta de algunas vidas humanas. Excelente.
ResponderEliminar"un hueco por los corazones"... qué bella manera de describir cómo siguen nuestros muertos amados con nosotros...
un cariños,