lunes, 25 de febrero de 2013

Panadería Ramírez, poema en el horno


              Frontera portuguesa, tierras de Alcántara. El poeta recibe otro premio. Más de lo mismo, lo contará otro día. La ermita de Santa Ana, a rebosar de gente, muchos escuchan en pie la lectura. Emotivo, pero. Alcalde, concejales, jurados, restantes premiados. Valioso esfuerzo por la cultura en tiempos grises, se agradece. Laureles, aplausos, trofeos, pequeñas glorias, fanfarrias destinadas al olvido.
          Esa noche, en su cama cortijera, el poeta siente un extraño resquemor, el hálito de lo incompleto. Si la felicidad fuese un soneto, faltaría la rima perfecta. No es él, aún no es él, diría Humet si viviera. Ladra un cachorro negro sobre las vanidades.
          Ciervos, dehesas, promesa de sol la mañana siguiente. De pronto, el instante. De camino al tren, el bueno de Antonio (Finca La Tora, S. Vicente de Alcántara,) se detiene a comprar pan en el milagro de Ramírez. La nave tiene hornos cálidos y aroma de hogazas. Emilio, el patriarca, la enseña con justificado orgullo. Acaba la visita junto a una mesa, puñado de amigos tomando el aperitivo. Comparten bolla –sublime hornazo alcantareño- torreznos, vino de la tierra, con el poeta. Cambian, a este hombre reencontrado, su texto ya caduco por un pan candeal aún caliente.
           La pieza que completa el puzle de la vida. El verso con la métrica de lo imposible. El momento para la magia, para la gloria recibida de quienes todo lo entregan, de quienes te abren su corazón y lo rellenan de embutido. Del otro premio, del formal, ya hablará otro día. Ahora se queda con la memoria de esa bolla y el cariño de estas gentes. Junto a una mesa, unos amigos. Panadería Ramírez, poema en el horno.

28 comentarios:

  1. A estas horas de la mañana es toda una tentación. Puedo sentir el aroma.

    Enhorabuena !!! y ladridos compartidos de Eufemiano.

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  2. El poeta se merece los premios, todos los que le conceden y los que le otorgarán. Todos.
    La lectora se queda leyendo un no poema que suena melódico y huele a trigo. Gracias.

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  3. Bello paisaje describe “el doblemente el premiado”.
    ¡Yo, le digo muy claro!
    -que no sienta desazón, que no se sienta incompleto-
    “Su prosa poética” es fascinante,
    no le hace falta ningún soneto.
    Tiene música, sus letras danzan
    tienen “alas que surcan” el horizonte.
    Sí, es él, siempre lo fue,
    ¿Quién no ha sentido la debilidad
    a la vuelta de la esquina,
    donde se cruzan los vaivenes de la vida?
    eso no es vanidad,
    ¡qué me va a contar!
    Si es capaz de olvidar su lauro, entre buena gente y gente buena
    buen vino y excelente hornazo.
    Eso, amigo poeta, eso queda en la memoria, en el alma y la prosa.

    ¡¡¡TE ADMIRO POR COMO ERES Y POR LO QUE VALES!!!



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  4. Ésta, que aquí permanece, saborea junto a ti tan sabroso premio. El cariño de las gentes, maquillado de pan relleno, no necesita peana ni lugar en tu vitrina, solo
    un gran corazón para ubicarlo.
    Enhorabuena y un abrazo

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  5. Hacen falta momentos de abstracción, y también momentos de lo concreto, de la carne, la comida, el sexo,... El puzle completo. Un abrazo

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  6. Viví un poema como el tuyo, hace muchos años, en una tahona en Mallorca. Un curasán relleno de sobrasada casera. No olvidaré los versos que escuché alrededor de aquella mesa.
    Has traído a mi memoria el olor del pan recién hecho, ahora me queda relamerme.
    Felicidades por tus "más de lo mismo".

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  7. El arte está en todas partes.
    Y también la poesía. Es menester delicadeza y ternura, dedicación y paciencia para elaborar las cosas buenas... no importa que sea un poema lleno de lírica o un pan relleno de embutido.
    Cuando se saborea, lo mismo es un texto que un buen bocado... al fin y al cabo las letras también se paladean.

    Felicidades por el premio. Me ha encantado este texto, casi olía el pan desde aquí.

    Besitos mediterráneos

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  8. Muy bueno el texto me gusto mucho. Ese pan se huele desde aqui. Enhorabuena por el premio siempre merecedor. Abrazos.

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  9. Crónica cruda de los premios que realmente son importantes, una lección que no debemos olvidar, gracias Amando.

    Y yo sin merendar, maldita sea, que hambre...

    Un abrazo.

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  10. Ummmm!!! ,,,como huele ese pan.
    Es una maravilla leerte, que manera tan bonita de hacer poesía y que merecido premio.
    Enhorabuena y feliz semana.
    Besicos Murcianos ;P

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  11. Panes y hogazas que desafortunadamente ya no se ven por mi ciudad, encantadores paisajes Armando.
    Felicidades. Un abrazo.

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  12. Enhorabuena otra vez, Amando. No paras, y bien que me alegro. Además, el placer de ese pan, de esos olores, no tiene desperdicio.
    Me encanta cómo nos lo has contado.
    Un beso.

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  13. escribes lindo no lo olvides y no te sientas extraño en tus letras ellas tiene magia mas allá de la métrica, no solo ese pan que su aroma eres tu y tu alma felicidades , un barazo

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  14. Deliciosa entrada, con pan, vino y embutido, con perro y poeta, con el cariño de la gente del pueblo. Magia para todos.

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  15. Nunca me arrepiento de pasar por aquí, sentí ese pan, ese vino, esa gente, todo en mi lengua, que grandes letras las tuyas.

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  16. Armando cada vez que escribis, demostras lo merecido que está cada premio!

    Saludos!

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  17. ¡PRECIOSO POEMA AL HORNO!
    Tú haces el momento mágico.

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  18. Ingenuamente, quizá, neciamente, se presupone hoy que el mérito va siempre acompañado de éxito, que antes o después el conjunto de los hombres reparará en el valor que anidan en las obras del hombre excelente. Se revela así una confianza desmesurada en la sociedad, acaso porque de esta paradójica manera se confía en que uno mismo tiene suficiente talento como para que no le pase desapercibido a los demás. Hermoso homenaje, caro amigo.

    Un abrazo fuerte.

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  19. La pieza que completa el puzzle de la vida; del poeta.
    La única que justifica el poema: la del calor humano, la del amor.


    Felicitaciones, poeta.

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  20. Enhorabuena por ese premio y por poder degustar ese hornazo recientito.
    Me has recordado mi época universitaria porque tuve un compañero de San Vicente de Alcántara.
    Un abrazo.

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  21. Todo un lujo de sensaciones nos dejas con tus palabras... toda una orgía de aromas para estas horas de la madrugada, estimado poeta :)

    abrazos verdiblancos

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  22. El pan, el vino, lo humano son el alma de la poesía

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  23. No es raro que depués de amasar tan delicadamente y fermentar como es debido tus palabras en hermosos poemas, recibas premios por doquier.

    Un abrazo grande,

    Eva.

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  24. Enhorabuena por ese premio, el reconocimiento a una labor siempre es bienvenido.
    Me encantó tu entrada y me atrapó tu blog. Por aquí me quedo.
    Saludos.

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  25. Que bien descrito... ¡me ha encantado!.
    Enhorabuena por ese pan compartido (y el premio).

    Un abrazo.

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  26. No dejas de componer poesía ni cuando narras, ¿eh? "pequeñas glorias, fanfarrias destinadas al olvido."... me recuerda mucho a tu última entrada. Tristemente, tal parece siempre nuestro destino. Pequeñas cosas de pequeños seres humanos no se recuerdan. Tan sólo perduran los grandes, y ni ellos mismos son como debieron ser, porque el recuerdo siempre es adulterado y transformado en el imaginario popular. "Si la felicidad fuese un soneto, faltaría la rima perfecta." Tan bello... Podría decirse más: esa rima falta porque no existe. Está más allá de las mentes de los hombres. ¿Acaso pueden lograrla los dioses? No lo sabemos, pues el conocimiento de los dioses también está más allá de la capacidad humana. Tal es la trampa.

    Hermosa escena por lo demás, señor Amando. Quisiera uno encontrarse en su pellejo por una tarde =)

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