Se emborronan de ocaso las figuras
enmarcadas en la ansiedad del vidrio,
empieza a refrescar, y el camarero
sobre la mesa seis,
hay
unas gotas
de alivio y ron en semejantes casos
que se mecen sobre la copa intacta,
ella espera, como todos, un instante
oculto en la alacena del futuro,
quizá pueda ser hoy, aún es martes
frente al escaparate de de los sueños.
(Fragmento. Premio La lectora impaciente, Junio 2011)
Cada día conozco mejor tu obra. En ella se ve a un exiliado de la soledad, un desterrado del paraíso del silencio, que sabe que hay que estimar muy bien a este, precisamente por amor a la palabra, porque sólo en el silencio las palabras se van volviendo esenciales " frente al escaparate de los sueños ", palabras arropadas, acunadas en un largo silencio, comprendidas en la rumia callada de horas aparentemente vacías...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte.
gran poema para alegrar la mitad de la semana
ResponderEliminarayy Armando eres ungran escritor en mi opinión lleno donde un dulce silencio dices mucho y nos atrapa, me encantó, un abrazo desde mi brillo del mar
ResponderEliminarSupongo que es una glosa del cuadro. Si es así, recoge su atmósfera dándole más profundidad. Muy buenos versos, Amando.
ResponderEliminarUn saludo.
Soledad, miedo, desolación... Un poema contundente.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bonito poema,
ResponderEliminarsaludos.
Me descubro, atún Amando: esa última estrofa me ha derretido.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias, claro, es lo menos que puedo decirte por el disfrute.
Un estilo diferente...la estrofa final me encanta!.
ResponderEliminarbesos,
ResponderEliminarTodo un placer entrar en tu blog y encontrarme con este poema tan bueno, sugerente y bello. Encantada Amando de poder leer tan magnífica poesía y acceder a ella porque desde ahora no pienso perdérmela.
Un abrazo.
En algún lugar una mirada
ResponderEliminartiende puentes hacia sus ojos secos,
el gozo se desliza al mismo tiempo
que el café con leche y sacarina
donde bucea ya, garganta abajo,
la leve decepción del alma ausente.
Un abrazo y enhorabuena, con retraso, por ese galardón
El problema es la ansiedad del "aún"...
ResponderEliminarme encanta E. Hopper, encierra tantas cosas en sus cuadros... tantos por si acaso, tantos quizá... tanto silencio...
;)
ResponderEliminarEs precioso. Tan sugerente...
Me gusta muchísimo tu manera de hacer poesía, así, tan natural tan bien elaborada, con tanto ritmo...
Te felicito
Qué buena la imagen de estar en el martes de la vida. Muy buena. Una ventana abierta a todo.
ResponderEliminarUn abrazo Amando.
La escena que dibujan las letras es muy penetrante.
ResponderEliminarMe gustan esos matices que pones para adentrar al lector en esa ansiedad y esa delicadeza al tiempo de esperar, con la esperanza intacta... como sabiendo que aun queda tiempo.
Me ha gustado mucho, de verdad.
Besos mediterráneos.
Tendré que probar ese "alivio con ron"... tiene buena pinta :)
ResponderEliminarabrazo(s)
Me imaginé a una chica en un bar, con un ron, mirando una de esas lacenas enormes que guardan licor, imaginando un futuro mejor, un futuro que ella sabe no le va a dar esa copa, ni ese lugar.
ResponderEliminarme encanto esta entrada, la ame en verdad :)
ResponderEliminarGracias por pasar por mi blog y de ahora en mas te voy a seguir para poder leerte cada vez que subas alguno de tus grandiosos textos :)
Buen poema, lleno de sugerencia y bien conseguido ritmo. También me gusta mucho tu prosa. Te sigo. Un abrazo.
ResponderEliminarVan pasando los dias y aun puede suceder. Me encanta lo que has escrito. Un abrazo
ResponderEliminarque precioso, magnifico poemazo!!!!
ResponderEliminargracias por acompañarme, estar y ser...!
un abrazo
lidia
En la alacena del futuro seguro que hay tarros de esperanza con miel.
ResponderEliminarBesicos.
Seguirá esperando, sin duda, y encontrará el ocaso olvidado por el que años lleva esperando.
ResponderEliminarOjalá tuviera yo una pizca de esa, tu imaginación y tu saber por las letras. Contigo me sitúo ahora en esa sensación de soledad que sin duda sentimos a la hora de escribir, nuestros bocetos, nuestras ilusiones y nuestras esperanzas. (por lo menos yo)
Vaya sermón.....
Un abrazo inmenso.
La señora de Hopper, en el café, espera la llegada de un tren que no llegó a partir.
ResponderEliminarUna sensación de vacío me aprisiona al leerte en esas líneas. Muy palpable.
Un abrazo.
Vine a ver el poema que como a mí te inspiró la mujer del cuadro de Hooper.
ResponderEliminarEs curioso la cantidad de historias que puede sugerir e inspirar una misma imagen.
Muy bello tu poema.
Saludos