Créanme, en mi barrio somos
especialmente hospitalarios. Nos gusta recibir a los visitantes con los brazos
abiertos, es una de nuestras señas de identidad. Otra, ahora lo recuerdo, es que el
camión de la basura sólo recoge aquí residuos generados por los no residentes, por los foráneos. Nosotros
no lo necesitamos, se diría que somos precursores del reciclaje humano.
Tenemos, por otra parte, en el
barrio, dos locales bien pintureros. Uno es la tienda de Don Baldomero, el
vendedor de adioses, que tiene la costumbre de secar almas ajenas en unas
cuerdas de nailon. Y sobre todo, el bar del Gorín, con su bien merecida fama de
poner las mejores tapas del mundo. Son únicas, algunos dicen que arrastran un
sabor a pasados perdidos, a sueños perdidos. A seres perdidos, en cualquier
caso.
Me gusta mi barrio, lo mantengo.
Lo mantendré también esta tarde, cuando vengan a visitarme el casero y el
oficial del juzgado, con la orden de desahucio. He avisado a algunos vecinos,
no hay problema. Fieles a nuestra consabida hospitalidad, los recibiremos con
los brazos abiertos. Por lo demás, el camión de la basura está preparado, y Don
Baldomero ha empezado a tensar dos cuerdas nuevas para la colada.
Mañana no me pierdo el aperitivo
en el bar del Gorín. Sospecho que habrá tapa doble.
Hacerles un cariñoso recibimiento bazoka en ristre. parapetandoos en el camión de la basura. Pero no abuséis de hospitalidad.
ResponderEliminarSaludos
Genial como siempre.
ResponderEliminarA mi tambien me gusta tu barrio por como lo cuentas. Disfruta de las tapas. Abrazos
ResponderEliminarBarrio, donde fluye la hospitalidad, allí en los rincones del Gorín y en tienda de Don Baldomero, se cuencen murmullos cotillas y a la vez compañia. También se desgranan las melancolías y se abrazan las destemplazas propias y ajenas. Buen barrio, el tuyo. Igual me paso mañana a ver si llego a tiempo de la doble tapa. Un abrazo,
ResponderEliminarEl lamentable tema de los desahucios que nos toca el alma en cualquir barrio, escribes muy bien Amando, Un placer visitarte, abrazos.
ResponderEliminarCon lo bueno que está el jabuguito, je je.
ResponderEliminarMuy bueno Amando, me gusta mucho como mantienes esa tensión durante todo el relato.
Un abrazo.
Si señor, esto es un buen relato, muy bueno. Me encanta la solidaridad de tu barrio!
ResponderEliminarMañana te tomas la segunda tapa a mi salud.
Besos soleados.
Un barrio curioso, se parece a un barrio que yo conozco y que está habitado por chinos.
ResponderEliminarSalto y brinco, me voy sin tomar la tapa
Muy bueno, ingenioso y actual. Un abrazo.
ResponderEliminarEs la hora de la verdad, digo, y si no, será entonces el minuto del absurdo, una realidad en pijama... y más temprano que tarde entrará el mar del caos y la anarquía absoluta. Y entonces, los que podamos nos iremos con nuestras vidas a llorar como exiliados del autoritarismo, lo que no supimos defender como los ciudadanos demócratas que no somos.
ResponderEliminarSalud
Solo quien lo ha vivido puede llegar a expresar lo que significa una situación tan extrema. Y te aseguro que no encontraría las palabras para hacerlo.
ResponderEliminarSabes? Nunca dejaría mi barrio, también es mus hospitalario, excepto cuando pierde la memoria.
Miento vilmente. Por amor voy a deja mi barrio.
mi abrazo
Un barrio de lo más pintoresco... habría que ampliar el círculo :)
ResponderEliminar¡Salud! y abrazos :)
Llamas a la desobediencia, y en los tiempos que corren nada me gusta más que saltarme la leyes para impedir que nos sigan robando las casas y "los dineros".
ResponderEliminarLa hospitalidad está infravalorada. Me alegra que vivas en un lugar así.
Un abrazo
Buen relato Armando.
ResponderEliminarMe ha arrancado una sonrisa en un día sombrio. Pintoresco barrio el tuyo por cierto; recuérdame cuando te pase visita que te avise antes.
Un saludo.
Un tema espinoso para quien lo vive y para quien lo padece, el barrio importa, pero hay que estar donde se puede o nos dejan, no está la cosa como para elegir.
ResponderEliminarBesicos.
Pienso en la gente que vive del reciclaje de la basura en Egipto, en muchos otros paises. Y como siempre te vas hasta los limites, lo extremo, lo absurdo (?). Me reío y me mareo al mismo tiempo.
ResponderEliminarMuy bueno, hace reflexionar.
El barrio, recuerdos increíbles.
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