viernes, 12 de octubre de 2012

LO PRIMERO ES LO PRIMERO (y, a veces, lo único)


         
  Probad a deleitaros con la sexta de Beethowen sin haber cenado 
 (Raimon, entre mecheros, en los años 60)
                                                                                                                                                                    
                             
          Los voluntarios del banco de sentimientos se presentaron a la hora convenida. Debían hacer el reparto gratuito de emociones que era habitual los martes. Llevaban raciones de amistad bien envasada, boles completos con el amor rebosando esperanza, tupper herméticos para conservar la ilusión y el cariño…
            Tuvieron que marcharse, no había nadie esperándolos. En el local contiguo, a reventar de indigentes, los voluntarios del banco de alimentos repartían cocido ese mismo día. Donde va a parar, colega, menuda diferencia, decía un harapiento exvendedor de pisos a su desheredado compañero, mientras le veía caer –con envidioso sentimiento, eso sí- un hilillo de grasa de chorizo por la comisura de los labios.

miércoles, 10 de octubre de 2012

Omnes de Saba venient

                 Joseph Leopold von Eybler sufrió un  derrame cerebral mientras dirigía el Réquiem de su gran amigo Mozart. Precisamente fue Eybler a quien Constanze, la viuda del genio, había encargado en primer lugar -sin éxito- la conclusión del réquiem tras la muerte del salzburgués.
                 Por curiosidades así, y por la también relación familiar y amistosa que lo unió con su mecenas Haydn, se conoce a este compositor austríaco, especializado en música sacra, y del que se suele recordar habitualmente este Omnes de Saba venient, un gradual magistralmente interpretado, en la versión que cuelgo, por The North Carolina Boys Choir.
                   Para maravillas como ésta, sí, todos venimos de Saba. Aunque sea en autobús.
http://www.youtube.com/watch?v=I3_RFxP1y0E

martes, 9 de octubre de 2012

MUJER VIENDO LA TELE


          Si observáis con detenimiento, veréis la salita con esa mujer sentada en un sofá de piel sintética.  Mira, sin verla, una tele de plasma, cuarenta y dos pulgadas y un presente en HD. Si os acercáis un poco más, discretamente, descubriréis unas levísimas patas de gallo al sur de la memoria, justo al borde de esas bolsas maquilladas en sus ojos ausentes.
          Si tuviéseis la osadía de acercaros más, o si ella os invitara, quién sabe, a asomaros dentro, os aconsejo aguzar bien la vista. En ocasiones, resulta imprescindible una linterna para escudriñar almas. Pese a todo, como es obvio, no encontraríais nada. No os debe sorprender, es una mujer que –dentro de su modestia- sabe cuidarse.
          Esta misma mañana, por ejemplo, le han practicado una cirugía reparadora en los recuerdos más profundos. Va muy bien, al parecer, para prevenir la aparición de brotes molestos en la conciencia. Según decía el folleto publicitario, sus efectos duran de por vida y, precisamente hoy, lo ofertaban con un veinte por ciento de descuento.

sábado, 6 de octubre de 2012

Cita a deshora

         El chófer aparcó el Audi oficial a la puerta del Ayuntamiento, ocultando la señal de prohibido. Descendió primero el guardaespaldas. Cuando le abrieron la puerta trasera y pisó la hilera de cantos puntiagudos, sintió una incómoda sensación. Por un lado, la punzada en el recuerdo de los años fugados. Por otro, cómo negarlo, el temor a que los bajos del traje pudieran mancharse en aquel terreno descarnado.
         Alguien le había citado en el lejano pueblo que acogió su infancia archivada. Aún no sabía qué extraña amenaza le había llevado a aceptar aquel encuentro. En el fondo, deseaba volver al auto blindado y partir en silencio de allí, como hiciera treinta y ocho años atrás. El guardaespaldas le señaló la mesa de un bar sucio, bajo los soportales. Al menos, viajar de incógnito le permitiría, durante unos minutos, esquivar los molestos actos oficiales.
          Allí estaba el muchacho. Lo vio, de súbito, cuando iba a sentarse, mientras el guardaespaldas apartaba con remilgos las sillas más sucias y ajadas. Allí estaba, recostado sobre el muro terroso del bar, con la barba incipiente y ese gesto de perdonavidas que tanto le definía. Portaba todavía la ilusión en el marco de sus ojos, y la sutil inocencia de quienes no han sido aún puestos a prueba. Al hombro cargaba, por supuesto, aquella mochila con las hebillas marrones y un póster del Che.
         Ordenó al chófer que pusiera en marcha el motor. Debía huir de allí rápidamente. El imberbe joven venía hacia él con sonrisa de suficiencia, reflejando un presente de renuncias en las oscuras gafas de mercadillo. El auto arrancó, difuminando en la niebla del olvido el perfil de aquel adolescente que le miraba, retador. Por el retrovisor lo vio un instante, aún, mostrándole su mochila de hebillas marrones. Esa mochila por estrenar, todavía repleta de ideales.

jueves, 4 de octubre de 2012

Mario Meléndez Muñoz, poesía en 3M

PRECAUCIONES DE ÚLTIMA HORA
Debo cuidarme de los gusanos
cuando me entierren
lo más seguro
es que hablen mal de mí
que escupan sobre mis poemas
y orinen las flores frescas
que adornarán mi tumba
llegado sea el caso
que hasta devoren mis huesos
me arranquen los intestinos
o en el colmo de la injusticia
se roben mi diente de oro
y todo esto porque en vida
jamás escribí sobre ellos



Mario Meléndez Muñoz poeta chileno, macerado en México y sedimentado en Italia. Ayer destiló una selección de sus textos en Libertad 8, en Madrid.



TESTAMENTO

Qué irán a decir
las palabras
cuando me muera
seguramente nada
y ése será sin duda
mi mejor poema


Su voz decantó, mientra leía, una tercera dimensión, la desgarrada modulación del verso.

PARA MAYOR SEGURIDAD
Vengan a ver mi poesía
no está hecha de material ligero
aguantará perfectamente el invierno
y en verano refrescará
las mentes y los cuerpos
Hay poderosas vigas entre cada verso
hay listones apuntalando mis palabras
Y si la lluvia desea entrar
pondré mis sueños en el techo
y taparé las goteras
con mi propio dolor


Dejó entre nosotros su poesía en tres emes. Grande, Mario.
http://www.los-poetas.com/m/mario.htm


martes, 2 de octubre de 2012

Junebug, el cerco de las humedades

                Película indie al gusto, con sus hallazgos y sus debilidades marca indie. Podría ser más de lo mismo. Estética deshilachada, guión previsible, montaje de andar por casa. Podría ser más de lo mismo. Choque de culturas en una América del Norte desnortada. Familia en descomposición que trata de tapar las diarias humedades con un encalado de droguería. Miserias en bolsa de papel estraza.

                Podría ser más de lo mismo, pero no lo es. Como no son iguales ninguno de los cercos que quedan en las vidas -las suyas, las nuestras- cuando, tras aflorar la humedad y el desencanto, nos lanzamos inconscientemente a enjalbegarlas. Junebug.
http://www.youtube.com/watch?v=DoWRZ9UJXzY

lunes, 1 de octubre de 2012

Morir en la orilla


            Al llegar a la página doscientos setenta y nueve, Abel Quesada estaba exultante. Se encontraba de excelente humor, la vida le sonreía con blancura de dentífrico, de hoja por escribir, sería más apropiado. Por fin –en el capítulo previo- Abel Quesada había encontrado la felicidad, el esquivo amor que tanto venía buscando durante millares de renglones. La angustia de tiempos pasados parecía desvanecerse ante un futuro prometedor, esta vez habría final feliz.
               El futuro, ese incierto parámetro en la literatura y en la vida. Como personaje de ficción, dependía de su autor, y su autor sufrió un ictus repentino que le impidió culminar la novela. Abel Quesada quedó allí, ante el pavor de la página en blanco que habría sido la doscientos ochenta. Los restantes protagonistas del bestseller, anclados como él en un archivo word que nadie editaría, lo miraban a distancia de líneas con expresión burlona.
            Algunos de ellos sabían, además, que el insigne autor tenía previsto acabar con Abel Quesada por medio de un ictus repentino en el siguiente capítulo. Tanto nadar para morir en la orilla, habría pronunciado el personaje de haber tenido opción a un siguiente párrafo. La crítica siempre había destacado en el autor la ausencia de finales felices.

viernes, 28 de septiembre de 2012

Máquina del tiempo


                 Después de muchos años de investigación oculta, he conseguido al fin diseñar una máquina del tiempo. Aquí la tengo, lista para mi primer viaje. Es curioso, siempre pensé que, en una situación así, retornaría al pasado, sucumbiría al impostado dulzor de la nostalgia, habitaría de nuevo las conocidas vidas de los personajes conocidos, comprobaría por mí mismo la veracidad de las líneas escritas en esa milonga que hemos dado en llamar historia.
                Sin embargo, no lo haré. No viajaré hacia atrás, hacia esas letras prisioneras entre renglones paralelos. De nada serviría, además. En todo caso, a eso del mediodía, pasaré un rato a comer las patatas fritas que mi abuela freía en silencio sobre una trébede de hierro, en aquel lar con olor a leña y a chorizo ahumado. Luego, sin despedirme, pulsaré la tecla del futuro, el único libro donde todo está aún por escribir.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Premio en Reinosa

      El aprendiz de poeta acababa de cumplir tan sólo dos añitos cuando, en 1957, un tal Gerardo Diego abrió el acto de las primeras Justas Literarias del campurriano lugar de Reinosa. Ahora, con canas en la barba y en el recuerdo, ha recibido la XLVIII (48, para entendernos) Flor Natural correspondiente a este año, de mano de una casi adolescente reina de las fiestas.
      El aprendiz de poeta, cuando lo felicitan, suele repetir que el mérito es de ellos, organizadores, jurados, bibliotecarios, algunos ayuntamientos, asociaciones literarias, delegadas de Casas del Cultura (amiga Elena, tú sí que eres un premio)..., que intentan mantener el rescoldo de lo poético bajo la extinta hoguera de la desidia y el abandono.
      El aprendiz de poeta sigue creyendo que los muchos que escribimos apenas significamos nada, pero que la vida no sería igual sin esos pocos que leen, o que instan a otros a leer. Sobre todo, no sería igual para ellos, que descubren a veces el lado oculto de nuestras palabras, el auténtico, posiblemente. A ellos dedica, el aprendiz de poeta, esta Flor Natural que, dicho sea de paso, se le está quedando, ya, algo marchita.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Previsión doméstica


            La muerte ha venido a verme esta tarde. Parecía algo apresurada y, de forma educada pero terca, se ha empeñado en que saliéramos juntos. Al parecer, está muy interesada en enseñarme cierto lugar que ella suele frecuentar. Podría resultar interesante, según dice es un rincón muy tranquilo y acogedor. Veremos, en estos tiempos donde el telediario es dios, ya no se puede uno fiar de nadie.
          Hay canelones en la nevera. Lo dejo advertido, por si –entre unas cosas y otras- no regresase a tiempo para la cena.

jueves, 13 de septiembre de 2012

Reflejo entre el azogue


            Hola, soy el reflejo de Amando en un cristal mellado. Usurpo su blog y su facebook porque él, segoviano de reconocida cobardía emocional, ha huído. Acojonado por las muestras de cariño escritas en eso que llaman su muro durante el día de ayer, ha decidido, por unos días, tirarse de la redes sin red.
         Aprovechando su ausencia, os doy yo las gracias. No sé aún si el Amando del otro lado estará de acuerdo. Yo sólo soy su imagen en el espejo roto de esta jodida vida, pero al menos sé distinguir donde están mis amigos. Os reconozco, igual que vosotros me sabéis descubrir entre el azogue de su mirada errante. Os reconozco, porque sois vosotros los que me ayudáis a continuar. Otro año. Gracias.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

No se podía...


           Cuando paseábamos de la mano, ¿recuerdas?, bajo aquel olmo frondoso, al dorso pétreo de la iglesia basílical, solíamos imaginar como sería nuestro futuro en común. Giraba, claro, alrededor de aquel árbol que simbolizaba como nada en el mundo nuestro amor adolescente. En nuestra predicción, casi meteorológica, nos tumbábamos a la sombra protectora de sus hojas en verano, veíamos filtrase un rayo helado de sol en los inviernos, acechábamos la tardía llegada de las primaveras. Siempre juntos, eso se daba por descontado.
           Ahora, en este atardecer solitario, de otoño por supuesto, mientras observo su tronco carcomido y sus desnudas ramas, recuerdo aquellos sueños de un amor incierto. Comprendo y acepto con resignación lo que pasó después. Cuando descubrimos que todo aquel tiempo de amores eternos, todo aquel período primaveral de amor bajo el olmo frondoso, imbéciles de nosotros, le habíamos estado pidiendo peras.  

martes, 11 de septiembre de 2012

Purcell, barroco y rockero


         Poco importa si la fecha de nacimiento de Henry Purcell, el mayor compositor inglés de todos los tiempos, fue, como ayer, un 10 de septiembre.
        Poco importa si la causa de su muerte, unos 35 o 36 añitos después, fue una pulmonía que lo asaltó tras cerrarle su esposa la puerta de casa, al retorno de una borrachera.
       Importa lo que fue capaz de crear entre ambas fechas. Por ejemplo, este Passacaglia del King Arthur, en la versión del English Concert and Choir, con Trevor Pinnock al frente:
http://www.youtube.com/watch?v=i0xFy-6prV0

       E importa, como ocurre con Bach y otros genios barrocos, su influencia notoria en buena parte de los grandes del rock. Algunos detalles:
http://www.jotdown.es/2011/05/henry-purcell-a-clockwork-baroque/

lunes, 10 de septiembre de 2012

Mujer tras la ventana


                     La mujer tiene los ojos cansados. La mujer que mira lleva toda la vida esperando. La mujer que mira por la ventana tiene la ciega esperanza de que un día aquella niña volverá. La mujer que mira por la ventana el parque vacío recuerda bien aquellos instantes condensados en infinitos. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia cree identificar sombras aventando coletas sobre la arena. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia a descubrir futuros intuye que ha llegado a la estación sin destino. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia a descubrir futuros en ojos ajenos lamenta el tiempo escurrido entre juegos estúpidos. La mujer que mira por la ventana el parque vacío donde jugaba en su infancia a descubrir futuros en ojos ajenos asomados tras una ventana sabe que ya nadie, nadie, la busca desde allá abajo. Descorre los visillos polvorientos, sube definitivamente la persiana, y deja que la brisa oree de una vez por todas sus recuerdos.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¿Justas o injustas?

                El pasado día de la Asunción, en la iglesia parroquial de la Asunción, de Dueñas, me asuncionaron el poemario Domingo de subir embozos hasta las alturas del Botijo de oro (uno pequeñito dorado, dentro de otro más grande de barro, típico de los botijeros, como llaman a las generosas gentes de Dueñas).
                Compartimos tarde y premios mis colegas, compañeros y ahora ya amigos, Yose Álvarez-Mesa, y Boris Rozas, que reuniendo tantos o más méritos que mis embozos, se llevaron los botijos de plata y bronce. Seguramente, dentro de esta ruleta de los premios, las justas, por muy poéticas que sean, siempre resultan en cierta medida injustas, pero creo que ellos me lo perdonarán.
http://www.diariopalentino.es/noticia/ZB80AA3BE-EA72-7520-C95482E45A22FCDE/20120816/amando/garcia/nu%C3%B1o/gana/xlvi/justas/poeticas/ciudad/due%C3%B1as
              

lunes, 3 de septiembre de 2012

Manual de obsequios amorosos


              Durante las interminables noches de amor convulso, ella había jurado que le entregaría su corazón para toda la vida. Tuyo siempre, recalcaba, rendida, mirándole con arrobada sinceridad. Tuyo, siempre.
          Siempre es un adverbio de finitud. Como resulta de mal gusto devolver un regalo de amor, cuando se separaron no tuvo más remedio que llevarse aquella glándula viscosa en su lote particional. Lo colocó en un estante de salón, un lugar privilegiado donde sus ojos se posaban, incluso sin pretenderlo, al mirar la tele.
          Incomprensiblemente, nadie lo entendió. Familiares y amigos dejaron de hablarle, horrorizados. Policía, abogados y jueces fueron severos hasta el límite extremo de la legalidad, y la opinión pública, ante el revuelo mediático, lo condenó sin paliativos por su crueldad coronaria. Al parecer, en materia de obsequios, lo correcto es saber distinguir entre un corazón y unos gemelos.

viernes, 10 de agosto de 2012

Favila y la posteridad


            Cuando el rey Favila se vio frente al oso descomunal, en aquel claro de los bosques de Cangas, supo que aquello era una encerrona. Mientras era despedazado, ante la mirada indiferente de los nobles de su cortejo, adivinó que el animal que acabaría con su vida tenía el mismo gesto, la misma ancestral codicia, el mismo manto ansioso de poder que su cuñadito, el gilipollas ése de Alfonso, tan católico él, tan políticamente correcto mientras restregaba su feroz pelaje por los jergones de todas las esclavas musulmanas.
              Todo eso vio Favila, aunque tampoco le pareció mal negocio. A cambio del cetro terrenal, él pasaría a la posteridad nominado con el rey cristiano de muerte más legendaria. Su legado sería la originalidad de una corona arrebatada a zarpazos. Alfonso, como además de oso, era un tarado, nunca llegaría a degustar el sabor postrero de la gloria. La gloria, el único valor que cotiza por encima del poder, fue el último pensamiento de Favila, mientras el plantígrado lo derribaba sobre los arbustos de la traición.

martes, 31 de julio de 2012

Aquellos y estos fuegos


            Al fin, aquella mañana de invierno, el Espíritu Santo se dignó visitarme. Bajó en forma de lenguas de fuego, y prendió una montonera de folios con apuntes sobre mi próxima novela. Un desastre, vaya. La casona rural donde vivía por entonces quedó calcinada, el seguro adujo que no estaba cubierto el riesgo de contingencias divinas trinitarias y, como era de suponer, mi novela jamás vio la luz.
            Ahora vivo en un sótano interior, para evitar corrientes. Escribo microrrelatos directamente sobre el ordenador. Y cuando necesito incendiar mi vida, baja Paloma, la vecina del segundo derecha. Es mucho más joven que la tercera persona del jeroglífico, pero su lengua resulta, lo afirmo desde las cenizas del placer, igual de abrasadora.

domingo, 29 de julio de 2012

The killing fields, todos asesinos


           Título de la película traducido: Los gritos del silencio. Dos horas largas de muerte ambientada en el horror de la Camboya postvietnamita. La muerte entre ciénagas, suburbios y arrozales,  por supuesto, basada en hechos reales. La muerte sin apellidos, eso sí es un hecho real. No es posible distinguir, no soy capaz, entre guadañas, da igual un kalashnikov en manos de un jemer rojo de 15 años, o un misil del tío Sam. Mi abuela refranera citaría el viaje de Málaga a Malagón, el remedio peor que la enfermedad. Matamos escudados en  ideológías, estrategias geopolíticas o religiones. Se mataba en Kampuchea por saber leer o llevar gafas, se mata en los despachos de Occidente en nombre de la democracia. Se mata. Pol Pot también está en cada uno de nosotros. El primer mundo mata al último de hambre, de enfermedad, de indiferencia…
         Título original: The killing fields. Campos de muerte. Campos de asesinos. Como cada uno de nosotros, digiriendo el horror en nuestra mesa, mientras seguimos de reojo la evolución de la prima de riesgo, o rechazamos un filete por demasiado hecho. Todos cómplices de la matanza, cada uno a nuestra manera. Nos complace fingir que somos víctimas, pero si tenemos el valor de situarnos ante el espejo, veremos reflejado al asesino.

      Imágenes de la peli, y  música de Mike Oldfield, en el enlace.
http://www.youtube.com/watch?v=ZRugzZuqikg&feature=fvwrel

jueves, 26 de julio de 2012

Así lo recordarán

                    Al caer el telón, el mismo día del estreno, la ovación atronó el teatro. Desde un palco del tercer piso, el autor escuchaba la eufórica sinfonía de aplausos enfervorecidos. Embriagado de éxito, concluyó que había merecido la pena vivir para crear una obra tan majestuosa. Intuyó, complacido, que había alcanzado al fin la gloria literaria. Nada más le quedaba por hacer. Se lanzó al vacío, y su cráneo quedó reventado sobre la tarima del piso inferior, mientras los bravos se recrudecían.
                    Los medios de comunicación recogieron en portada el asombroso suceso. El productor decidió cancelar todas las representaciones, como homenaje póstumo y, para decirlo todo, también por un punto de superstición. Nadie más volvió a recordar la obra maestra, y del insigne autor sólo quedó en las hemerotecas el recuerdo de su elegante acrobacia, el vuelo de un escritor olvidado hacia la gloria del patio de butacas.

lunes, 23 de julio de 2012

Deshojando amorios

          Era una reconocida tramposa en materias de amor. En lugar de margaritas, deshojaba tréboles. Así conseguía que todos la quisieran y, por elemental paradoja, no querer ella a nadie. Su éxito con los hombres, de  dudoso origen floral,  la ofuscaba, le hacía perder visión periférica.     
         Por eso, posiblemente, aquel día no supo distinguir que había encontrado un trébol de cuatro hojas. Como reacción ante la adversidad, no le quedó otro remedio que enamorarse. Ahora está casada, y cada mañana, mientras hace la cama, deshoja lentamente perejiles.

viernes, 20 de julio de 2012

APEADERO

                 De repente, el tren de alta velocidad aminoró su marcha. Finalmente, se detuvo en un apeadero solitario. Me molestó mucho la incidencia, no llegaría a tiempo para la reunión prevista, mi agenda se descolocaba sin motivo aparente.

           Estaba empezando a teclear en la tableta mi escrito de reclamación cuando reparé en el rostro de la mujer, al otro lado de la ventanilla. Desde el andén, me miraba con aquel gesto que yo había archivado en algún bolsillo interior de cualquier traje antiguo. Perjuicio irreparab, quedó escrito en la pantalla, mientras alguien parecido a mí descendía del tren para hacer frente a una promesa incumplida.
          Ella me recibió con un pescozón que encerraba todo la comprensión posible ante el filial olvido. Las madres emplean complejos mecanismos para mostrar los flecos de su cariño. Mientras abandonábamos el andén, camino de otro tiempo, aún tuve tiempo de ver pasar velozmente el AVE, incluso pude distinguir en uno de los fugaces vagones, la mirada perdida de quien me suplantaría cuarenta años después, la mirada de un ser perdido, viajando sin destino, eso sí, a doscientos noventa y tres kilómetros por hora.        

jueves, 12 de julio de 2012

CIEN PALABRAS DE DESPEDIDA

               
              Me pides que te diga adiós en cien palabras, como máximo. Exigencias de la tecnología amorosa. Mejor así, supongo. Siempre resultaron incómodas las despedidas largas. Ya llevo veintiocho, creo. Además, nosotros ya nos habíamos dicho todo, sería absurdo ponernos a hablar precisamente cuando nos alejamos. Mejor que hablen nuestros abogados, que no tienen límite de palabras en sus argumentarios procesales. Me entra prisa, ya ando cerca de setenta. ¡Uff! ¿Uff cuenta? Si cuenta uff, ya son setenta y nueve. Si no cuenta, ochenta y dos. No hay quien lo entienda. Como el amor. Cuenta uff. Noventa y ocho. Te quiero.

martes, 10 de julio de 2012

Geometría a la sombra del molino

           El sábado pasado,  a la sombra del Molino de la Bella Quiteria, de Munera, recibí entre gachas, queso, y tajadas de matadero el primer premio de su XXXVII Concurso de poesía. Marco cervantino, con aroma a bodas de un  tal Camacho, sueño de su fundador Enrique García Solana, que alimenta su viuda Amparo y sus descendientes/as. Amigos y vino, qué voy a contar...


         El poema (colgado en Tantocuantología) habla de pizarras y de alumnos, de soledades sobre el encerado, de puntos que se inventan futuros, y de las geometrías de los sentimientos. O algo así.

viernes, 6 de julio de 2012

Tampoco era importante

       Hacía rato que debería haber coronado ya la cumbre de aquel ocho mil. Nieblas y ventiscas dificultaban la localización exacta de la cima. Continuó la ascensión. En algún momento, tuvo la sospecha de que la montaña se estiraba para su mayor gloria. Decidió seguir subiendo, sería el primero en escalar aquel pico que crecía y crecía, hacia una  meta tendente al infinito.

       Cuando su reserva de oxígeno empezaba a escasear, apareció una fugaz visión ante sus ojos nevados. Allí, un poco más arriba, coronando la ignota montaña que superaba todos los récords, había alguien. Creyó reconocer al odioso alpinista danés, su principal competidor en las alturas. No, nadie podía arrebatarle la gloria de ser el primero en hollar la nueva cima del mundo. Cuando llegó a su lado, sin siquiera mirarlo, lo despeñó.
        Al bajar a la civilización, con la gloria y la fama en la mochila, se encontró un gran revuelo. Al parecer, Dios estaba muerto. Había caído desde su elevado trono, sin que se supiera aún el motivo. La excitación humana por el nuevo universosindiós, anuló todo interés por la montaña recién descubierta. Adiós gloria, adiós fama. Se sintió desdichado, nada de lo que hacía acababa importando a los demás.

jueves, 5 de julio de 2012

Tarde o temprano

               Noche de verano ante la pantalla de la 2. Música de Morricone y nostalgia de pantalón corto y cine de pueblo. Otra vez la manivela del recuerdo en formato cine, aunque sea en el salón de casa. Otra vez Cinema Paradiso.
            Esta vez quise fijarme en el proceso de congelación sentimental de Salvatore, durante su elipsis emocional de treinta añitos. No vuelvas, no escribas, no llames, le ordena Fredo. No, no, no. Posiblemente, la única vacuna que se ha inventado ante la implacable lluvia amarilla del otoño, ante el derribo inexorable de todos los edificios donde transitan los sueños de la infancia adobados en sombra.
           Posiblemente. El corazón en invierno. No vuelvas, no escribas, no llames. No sientas. No hables. Ventanas que no se abren, citas a las que nadie asiste, cartas devueltas... Palabras que se pierden, como todas. Tarde o temprano, hablar o estar callado es la misma cosa, Alfredo dixit.
        

miércoles, 4 de julio de 2012

Fetén FETÉN FETÉN

             Los segovianos, que al parecer no tienen bastante con la fortuna de serlo y vivir donde viven, albergan además todos los años el Segovia Folk, esa excelente muestra de música popular y de raíces. La semana pasada el folclore más diverso deslizó sus sonidos por San Martín, el teatro Juan Bravo, los jardines de San Juan de los Caballeros, o el Acueducto, entre otros rincones sin importancia.
        Música de todos los rincones del mundo, por supuesto con Eliseo Parra como estandarte. Para ilustrarlo, elijo a Fetén Fetén, este sorprendente dúo formado por Diego Galaz y Jorge Arribas, procedentes ambos de La Musgaña, y capaces de tocar instrumentos como el serrucho. Sus ritmos oscilan desde lo tradicional castellano hasta el vals de opereta o el cabaret parisien, con una enriquecedora versatilidad.
            Fetén significa algo así como auténtico. Pero también significa excelente. Estos chicos justifican ambas acepciones. Fetén Fetén. Os adjunto enlace, por si queréis oir una muestra.
http://www.fetenfeten.net/index.html

martes, 3 de julio de 2012

Alguien (un accésit) llama a deshora


Cuando sonó el timbre del teléfono
ya sabías que estaba equivocado.
No era para ti, nadie querría
teclear al azar un número oculto
de las guías al uso, ni preguntar
por qué saben a olvido las tostadas.




Comienzo del poema Alguien llama a deshora, accésit del XV Certamen Amanecer Literario, del C. Castilla y León, en Barcelona, celebrado el sábado pasado.
Íntegro en la página de TANTOCUANTOLOGÍA

jueves, 21 de junio de 2012

Cirugía, fútbol y materias viscosas

           Podía ver mi propia operación reflejada en los focos del quirófano. El vidrio esmerilado del reflector situado sobre mi abdomen hacía de pantalla. Me encontraba sereno, como si observara, desde una camilla, la intervención de otro. Es lo que tiene la epidural, pensé, mientras oía a todos aquellos cuerpos embatados en verde, comentar el último partido de España en el Mundial.
          Así, pude ver con claridad como me recolocaban la hernia inguinal, afincando luego en mis tripas una malla protectora. También, y eso me extrañó más, como el cirujano extraía entre mis tripas un pedazo de materia viscosa, que creí identificar como mi alma. La observó un instante, sin interés. Luego, la depositó sobre la bandeja de los residuos. Pasaron a suturar, tarea concluída.
         -Menos mal que Iniesta siempre aparece –comentó alguien a quien no pude reconocer, estaba fuera de mi foco delator.
        -Menos mal –asintió el enfermero jefe.
         No me quedó más remedio que coincidir con su opinión. Los seres des-almados, contra lo que se cree a menudo, tendemos a ser mucho más condescendientes. En las cuestiones importantes, se entiende.

martes, 19 de junio de 2012

Perdone que lo atraque...

       Mi poema Para tener en regla el sentimiento, ha sido seleccionado como finalista en el Equisuve Certamen del C.C. Blas de Otero, de Sanse de los Reyes. 
         Dicen, los que entienden de esto, que el texto trata sobre un atracador sin pistola, con incipiente barriga y que, encima, pide perdón educadamente. Pero tampoco os fiéis mucho. Hay cada uno circulando por ahí...

                      perdone que lo atraque
antes que ese partido de la tele
le recuerde que el mundo está bien puesto,
regule el termostato del olvido,
gire usted por dos veces los cerrojos
de ese alma que está siempre blindada
y se vaya a dormir, tan satisfecho.
Así termina, creo.
El resto, lo cuelgo en la página de TANTOCUANTOLOGÍA

viernes, 15 de junio de 2012

Fields of Athenry, elogio de los vencidos

        Irlanda, eliminada de la Eurocopa. Su afición, campeona del mundo. En unos días, alguien -quizá Casillas- levantará el trofeo. Algun país -quizás España- se hinchará de patrioterismo futbolero. Eso es fácil, no tiene mérito. Lo meritorio, lo grandioso, lo que redime al deporte, son treinta mil tipos, con la vejiga a reventar de birra, cantando el estribillo de The fields of Athenry durante más de diez minutos, mientras su selección es vapuleada en ese césped polaco, de un verde más hiriente que los prados irlandeses.
     Michael, un joven acosado por la pobreza  durante la hambruna de la patata, es deportado a Australia por robar maíz. El burócrata tirano Trevelyan vela con celo por la dieta de los campesinos. El detenido, desde el muro de la prisión, recuerda sus campos de Athenry y habla a su chica de dignidad. La historia resulta  familiar, ¿no es cierto?  De completa actualidad.
        Esta conmovedora canción, compuesta por Pete St. John en el 70, es el himno folk oficioso de los equipos irlandeses, así como del Celtic escocés, fundado por emigrantes de la miseria vecina.
       Enlazo una página con detalles, la emotiva versión de Dubliners, y las letras original y traducida. También, otra con los minutos finales del partido (no hay que fijarse en el fútbol, sólo en los rostros) y el mucho más emotivo orfeón cervecero de los vencidos. Siempre fueron más interesantes que los vencedores.
http://innisfree1916.wordpress.com/2010/03/17/the-fields-of-athenry/
http://6cero.com/a/Jmartinez/2012/jun/the-field-of-athenry-gdansk/157252

Si me han de rescatar de esta pesadilla, que sean los irlandeses.

jueves, 14 de junio de 2012

La camisa de Mary Chapin

Esta camisa
puesta a secar en el vaivén del tiempo,
añorante de pieles y sudores,
esta camisa
tendida boca abajo, con las mangas
señalando al olvido,
                                 hoy la miro
ignorando que es acaso mi imagen
pinzada con dos sueños al futuro.


                 Versos que escribo al socaire  de This sirt, aventada por Mary Chapin Carpenter. Ahora que la cantante country resurge, entre cenizas y rosas, del dolor y la ausencia (su nuevo trabajo Ashes and roses está empezando a sonar), ahora me viene a la memoria esa camisa esquivando recuerdos en las hombreras del tiempo. Como cualquiera de las que pueblan nuestros armarios, vaya.
            Os dejo la camisa, y la voz de Mary Chapin:

martes, 12 de junio de 2012

Versos, vinos... Premio de poesía Luis Chamizo

           Hace unos días, recibí en Vilafranca del Penedés el primer premio de poesía Luis Chamizo. Fue en el curso de una cena donde se habló de poesía, se bebió blanco penedés, se leyó poesía, se bebió tinto penedés, se vivió poesía, se bebió cava penedés, se bebió poesía...
           Versos, vinos. El mérito es todo de las gentes del barrio de Les Clotes, de la Regidoria de Vilafranca, de Juan Manuel García y su familia. Los poetas nos limitamos a escribir poesía y beber vino. Cada uno hace lo que puede.
           El texto premiado, Te cae cerca, aletea sobre ese momento para empezar de nuevo. Lo cuelgo en la sección Tantocuantología.

jueves, 7 de junio de 2012

El surcador surcado


                                                                                                  A Amando Carabias

Se montó en la manecilla horaria
para surcar la vida.
                                Veintidós veces
al día, el celoso minutero
deslizaba una caricia en su costado,
tenues roces por donde arar el tiempo.



Versos que arrojo entre los renglones de su blog El surco de los días.

http://diarioamandocarabias.blogspot.com.es/2012/06/martes-5-de-junio-de-2012.html

miércoles, 6 de junio de 2012

Escaparate



           Le gustaba aquel local, justo frente al cruce sin semáforo. Dentro, al parecer, había una tintorería. Una vez al mes, más o menos, venían las almas a hacerse una limpieza en seco. Pero a él sólo se interesaba el escaparate. En su luna frontal, siempre reluciente, se reflejaban los rostros de los transeúntes, el caos de los coches, perfiles difusos salpicando un interior de prendas simuladas, sin vida, que ofrecían como reclamo comercial las rayas impolutas de sus pantalones.
          Enfrente, sobre la acera, había un banco de madera cuarteado de años  y vencido del peso de las vidas que ya no aguantaban más. Él se sentaba a media tarde, cuando los destellos del sol hacían cimbrearse como bailarinas a las torpes ancianas que se recogían para ver en casa los concursos de la tele. Desde el angular de su mirada sobre el vidrio del escaparate, la vida se iba deformando, alcanzando una desolada atmósfera de soledad y decadencia.
          Conocía todos los rostros que allí se reflejaban, encajando a veces en los trajes expuestos dentro, sobre la tarima de césped artificial. Todos, excepto áquel que una tarde cruzó indebidamente la calzada. Un Opel gris metalizado lo atropelló, lanzó su cuerpo bateado sobre el bordillo. Caído junto a una alcantarilla, el cuerpo inerte del aquel hombre le resultó vagamente familiar.
                    No comentó nada al volver a casa. Pero ese día no quiso comer. La visión del accidente le había quitado el apetito. Fingió un dolor de estómago. Su mujer, siempre alerta a sus fingimientos, se empeñó en llevarle a urgencias. Le diagnosticaron desgarros viscerales múltiples, hemorragias internas y diversas fracturas. Aunque el paciente no lo recordaba, era evidente que había sido arrollado por un automóvil. Murió antes de medianoche.
         Siempre tan cabezota, sentenció su hija mediana, a la vuelta del tanatorio. Quizás podamos demandar al hospital por negligencia, o al ayuntamiento por no señalizar el cruce debidamente, añadió su yerno, el picapleitos, en su papel de listo de la familia. La viuda arrastraba en silencio cincuenta y dos años de recuerdos sobre los zapatos planos. Pasaron primero frente al escaparate de la tintorería, sin mirarlo. Algo más abajo, en la misma acera, un opel gris metalizado los vió pasar desde un taller de chapa. No entiendo nada, decía el conductor a un mecánico escéptico, no recuerdo ningún golpe, y sin embargo, fíjese, esas abolladuras en la parte delantera, como si alguien se hubiera lanzado contra el capó… ¿A la tarde estará reparado? Perfecto… Tengo que venir luego a la tintorería de ahí arriba, ésa que tiene un escaparate tan reluciente…



martes, 5 de junio de 2012

BARTHELME, así lo recordamos

      ¿Es la guerra? ¿Pueden parar, que estoy llegando? No, no es Gila. Es Donald Barthelme, reclutado el mismo día que terminaba la contienda en Corea. No es lo más surrealista que le ocurrió a este visionario escritor de humor dadá. Etiquetas: Posmodernidad, vanguardia, fantasía, transgresión, delirio... Su vida pareció ser uno de sus cuentos... Niño rico, hijo de arquitecto vanguardista con quien se las tuvo tiesas, adolescente en una casa hiperracionalista que visitaban sus vecinos de Houston como espectáculo...
          Casado cuatro veces, batería de jazz, redactor publicitario, erudito profesor, director de museo de arte contemporáneo, autor de relatos, novelas, ensayos y... Premio Nacional de Literatura infantil????
        El alcohol (y cierto aburrimiento) lo llevaron a la tumba disfrazados de cáncer. Su muerte vino a coincidir con la de Carver, y hasta en esto pareció tener la sombra paterna oscureciéndolo. Carver era el presidente y Barthelme el vicepresidente de la República del Cuento Norteamericano, y así los recordamos, dijo de ellos la también cuentista Lorrie Moore, se supone que desde la oposición. 
          Leer sus relatos, sofisticados, cáusticos, subversivos, resulta altamente recomendable, sobre todo, vaso en mano. Levantamiento indio, En el museo Tólstoi, o Escenas de mi padre llorando, son algunos de los mejores. Enlazo el titulado La escuela. Que lo disfrutéis.

viernes, 1 de junio de 2012

Sombras premiadas por la calle de la Constancia

       Con un relato que bordea peligrosamente el abismo de lo autobiográfico, he recibido el miércoles el segundo premio del VII Certamen Jose Luis Gallego, de Aluche. En Sombras por la calle C. personajes larvados en mi memoria se insertan en la ficción transitando por esta calle del barrio de Prosperidad, donde nací.
      Recipientes de la primera oleada de inmigración rural de la posguerra, estas calles (a 50 metros de Constancia discurre la calle Canillas, donde Millás ambientó su novela planetaria Mi mundo) recogieron una realidad en blanco y negro de chapas y dreas.

        El premio no es para mí. Se lo merecen, de largo, estas sombras que habitan mi memoria.
        Texto íntegro en la sección Tantocuantología.

jueves, 31 de mayo de 2012

Un lugar en el mundo

          El que buscamos todos, no al sur de Río Grande, donde Adolfo Aristarain filmó esta película hace ya veinte añitos. Ese lugar, a veces, en un rincón esquinado de nuestro propio costado, del que no hay billete de vuelta.
        Película de perdedores perdidos, parece que Aristarain tuvo que hipotecar su casa para poder rodarla. También le supuso un pleito con la Academia de los Oscar que, no podía ser de otra forma, perdió.
        Se cuenta que en las primeras proyecciones en Madrid, los asistentes veían íntegros los créditos finales y no eran capaces de levantarse de las butacas hasta minutos después de encenderse las luces. Sería que habían encontrado su lugar en el mundo.
          Poesía visual no buscada, de esa que te asalta sin avisar.  Por si alguien quiere cotillearla de nuevo, aquí la dejo. En su lugar.
http://www.youtube.com/watch?v=uJIx3OaWCmk

martes, 29 de mayo de 2012

Dispuesta a todo

120 añitos ya del nacimiento en un cantón suizo de Alfonsina Storni. Alfonsina, dispuesta a todo, según los significados árabes y/o germánicos de su nombre, cumplió de sobra su designio. El propio mito ha superado con creces a la persona, a la poeta. Un primer poema a los doce años, sobre cementerios y muertes, que le valió un coscorrón materno, una tormentosa vida, una extraña amistad con Horacio Quiroga (otro que tiene tela)... Un cáncer de mama, un suicidio convertido en delirio urbano presuntamente literario... 
Como siempre, filfa alrededor de lo que importa de la Storni. Ésto:

Casas enfiladas, casas enfiladas,
casas enfiladas.
Cuadrados, cuadrados, cuadrados.
Casas enfiladas.
Las gentes ya tienen el alma cuadrada,
ideas en fila
y ángulo en la espalda.
Yo misma he vertido ayer una lágrima,
Dios mío, cuadrada.


Palabras que no son mito. En todo caso, lágrimas cuadradas.

domingo, 27 de mayo de 2012

Mujer práctica (en sentido bíblico)


          -Joder, Noé, pareces imbécil. Ciento veinte años construyendo un barco en el desierto. ¿Me quieres decir de una vez para qué lo quieres? ¡Tío, que somos el cachondeo de todo el personal…! Y encima, como no haces otra cosa,  tengo yo que llevar toda la casa. Ya ves, hasta la víbora de nuestra nuera, la mujer de Sem, se burla de nosotros. Esa bruja, convencida de que algún día tendrá un descendiente divino de la muerte. Pero ya sé que, a ti, tus hijos te importan un pimiento. Con razón me chiva Cam que lo único que te gusta es ponerte piripi cuando acabas tu jornada de construir arcas. Carpintero y además borracho, menuda cruz la mía.
           Pues ¿sabes qué te digo, tonto del culo? Que hoy no vuelves a casa si no te buscas una ocupación decente y que –además- nos dé pasta. Como Jafet, ya ves, que ha decidido ser banquero, o presidente de diputación, no lo recuerdo bien. Eso es tener visión de futuro. Así que ya lo sabes, si no vienes con una subdirección adjunta y una tarjeta de crédito como Yahvé manda, esta noche no entras en el adosado. Te quedas a dormir en tu dichoso arca. Y si te sientes solo, metes allí contigo un par de animalitos de cada especie para que te hagan compañía.   
          Y márchate ya, que encima, por tonto, te vas a mojar. El hombre del tiempo de la tele ha pronosticado lluvia intensa. Aunque luego siempre es lo mismo, se equivocan, anuncian el diluvio y caen apenas cuatro gotas…

sábado, 26 de mayo de 2012

Suficiente, ya tengo suficiente...

                Simeón, acunando al pequeño, comenta que ya le es suficiente con tener en sus brazos la esperanza... Bach, cantata 82, esto es todo.  Ich habe genug (ya tengo suficiente)... Es el primer aria, tras un pequeño recitativo. Una música capaz de conmover las piedras de una cantera.

         ¡Cuántas veces nos parece que nada es suficiente! Propongo el título de la cantata como eslogan vital, ya tengo suficiente. Y propongo escuchar este aria escalofriante en silencio absoluto, a solas si puede ser, y con el volumen al máximo. Quien sobreviva, lo agradecerá. Digamos que habrá aprendido que ya tiene suficiente.
          Elijo, aunque hay para dar y tomar, la versión de Klaus Mertens. Va.
http://www.youtube.com/watch?v=bIie1IBjGxo

jueves, 24 de mayo de 2012

Nieva sobre los muertos


    Ayer colgué en TANTOCUANTOLOGÍA un poema escrito en Riaza, durante una lenta nevada. No encuentro una nieve más literaria que la que cae  en las páginas finales de Los muertos, el antológico relato del maestro Joyce, recogido en Dublineses. Estremece imaginar a Gretta y Gabriel, en esa habitación de hotel, viendo nevar tras la ventana, mientras rememoran el muy vital amor de alguien ya muerto, un lejano enamorado de ella, sepultado -como ellos mismos, como todos, quizá- bajo el silencio blanco. 



     

       Caía así en todo el desolado cementerio de la loma donde yacía Michael Furey, muerto. Reposaba, espesa, al azar, sobre una cruz corva y sobre una losa, sobre las lanzas de la cancela y sobre las espinas yermas. Su alma caía lenta en la duermevela al oír caer la nieve leve sobre el universo y caer leve la nieve, como el descenso de su último ocaso, sobre todos los vivos y sobre los muertos.

    Un relato así merecía la adaptación cinematográfica que realizó un crepuscular John Huston. Fue su último rodaje, Dublineses, con su hija Anjelica y Donald MacCann, en los papeles, también crepusculares, del  matrimonioquevecaerlanieve.
     Impresionantes minutos finales de esta película, de este manto de soledades sobre vivos y muertos.
http://www.youtube.com/watch?v=z5trypRMVLU